Durante seis días la bandera argentina flameó en la bahía de Monterrey. Aquel momento histórico se conmemora al día de hoy en uno de los muelles del puerto de Santa Bárbara: se izan las 12 banderas que alguna vez ocuparon California y, entre ellas, se encuentra la de nuestro país. ¿Por qué?
La historia comienza unos meses antes del estallido de la Revolución de Mayo. En medio del fervor independentista, arribó al puerto de Buenos Aires el marino francés Hipólito Bouchard. que se puso a servicio del Primer Triunvirato, que le entregó una patente de corsario.
Los viajes de Bouchard
La travesía de Bouchard se extendió por todo el mundo: libró 10 batallas y hostigó a naves españolas en los océanos Atlántico y Pacífico. Llegó a lugares remotos como Madagascar, la costa de Indonesia, Filipinas, México y Estados unidos.
En Madagascar, Bouchard combatió a los traficantes que enviaban esclavos a nuestro continente. Luego fue hacia Indonesia y las Filipinas, donde luchó contra piratas malayos y españoles.
En un momento incluso pasó por su cabeza liberar a Napoleón Bonaparte, que se encontraba recluido en la isla de Santa Helena y que, gracias a sus acciones militares en Europa, permitió la independencia de las naciones americanas.
Sin embargo, la tripulación rechazó la idea y Bouchard no tuvo otra opción que dirigirse a Hawaii, que era un reino independiente en aquel entonces.
Allí, conoció al rey Kamehameha I, quien reconoció la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo. Además, les entregó la corbeta «Chacabuco», un buque de guerra que había sufrido un motín y fue desviado hasta la isla.
La llegada de Bouchard a California
Luego de reabastecerse, Bouchard partió a California, con la intención de capturar la ciudad de Monterrey y cortar la única comunicación del estado con el resto del Imperio. Sin embargo, el gobernador español en la zona fue avisado y logró retirar a tiempo todos los objetos de valor y civiles.
Horas más tarde, las naves de Bouchard aparecieron en el horizonte. Tras una batalla, las naves del corsario parecían estar a punto de sucumbir al fuego de la artillería. Sin embargo, el corsario tenía un as bajo la manga.
Durante la madrugada, mientras los españoles festejaban su superioridad, Bouchard desembarcó a sus hombres y se encontró con menos resistencia de la esperada. En pocas horas, logró capturar el fuerte y ondear la bandera argentina en California.
El legado
Durante días de ocupación, los corsarios se apropiaron de todos los objetos de valor que quedaban en el área. Destruyeron el fuerte y las propiedades del Imperio Español. Una vez completada su misión, siguieron camino hacia Centroamérica.
Sin embargo, su legado no acabaría allí, dado que Bouchard influenció varios movimientos independentistas en esa región. Esto se puede ver por ejemplo en las banderas de El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua, que están inspiradas en la bandera argentina.
