Desde el siglo VIII a la actualidad, el mundo ha experimentado millones de cambios. Pero, durante el amplio periodo mencionado, viajeros de todo el planeta siempre tuvieron la posibilidad de hospedarse en el hotel más antiguo del mundo.
Aunque resulte difícil de creer, el libro de los Récord Guinness reconoce que el Nishiyama Onsen Keiunkan es el sitio de hospedaje, aún en funcionamiento, más longevo del planeta.
Y, como si no bastara con la curiosidad mencionada, este alojamiento permanece desde su fundación en la misma familia. Es decir, lo han administrado 52 generaciones distintas.
¿Cuándo abrió el hotel más antiguo del mundo?
Gracias a los registros históricos disponibles, los dueños del Nishiyama Onsen Keiunkan confirmaron que su hospedaje abrió a mediados del 705 y que, por lo tanto, en 2024 cumplieron 1.319 años de historia.
Debido a su posición en el mapa, se cree que los primeros huéspedes eran viajeros experimentados, que recorrían a pie y durante meses los paisajes naturales del territorio japonés.
Sin embargo, con el correr de los años y el desarrollo del turismo como una industria, el hotel más antiguo del mundo que aún sigue en funcionamiento, empezó a recibir visitas internacionales.
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En la actualidad, y como era de esperar, ya no tiene el mismo aspecto que lucía en el siglo VIII. Pero, gracias al enorme trabajo de restauración que recibió en 1997, todavía se identifica como un alojamiento de lujo, ideal para quienes desean disfrutar de un rincón histórico, en medio de la naturaleza.
¿Cómo son las habitaciones del hotel más antiguo del mundo?
Al llegar a Japón y desplazarse hasta la región de Akaishi, ubicada a 2 horas del famoso monte Fuji, los turistas descubrirán, en el centro de un valle, las instalaciones del Nishiyama Onsen Keiunkan.
Este edificio, que es la única construcción en la zona, tiene cuatro niveles y combina estructuras típicas de madera, que recuerdan la arquitectura del pasado, con detalles modernos en acero.
Finalmente, una vez que los viajeros ingresan, disponen de 37 habitaciones de lujo, donde pueden descansar entre dos y siete huéspedes en cada una. Y, aunque el tamaño varía según el precio del cuarto, la gran mayoría tiene acceso a vistas únicas a la naturaleza que los rodea.
¿Qué atractivos tiene este hospedaje tan llamativo?
Además de conocer el hotel más antiguo del mundo y sumergirse en la tranquilidad de las montañas de Japón, los viajeros que llegan al Nishiyama Onsen Keiunkan también desean disfrutar los atractivos que tiene el alojamiento.
Por un lado, las increíbles vistas que se aprecian desde las habitaciones, se complementan con un increíble punto panorámico en la terraza, desde donde se aprecia el monte Fuji.
Luego, otra de las fortalezas del hotel es su cocina, en la cual los huéspedes pueden degustar platos locales en el formato “kaiseki” y hasta probar la carne koshu, típica de la región, entre otras opciones.
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Finalmente, luego de una rica comida y un momento de relajación en el punto panorámico, quienes reservan en el hotel más antiguo del mundo también tienen acceso a cuatro fuentes de aguas termales naturales, ricas en nutrientes minerales con propiedades terapéuticas.
Como era de esperar, estas enormes piletas, que tienen agua con temperaturas cercanas o superiores a los 25ºC, son el principal motivo por el cual este hotel tiene tantas visitas en la actualidad. Incluso, quienes reservan la habitación más exclusiva, pueden acceder a su propia fuente privada.
En fin. El hotel más antiguo del mundo no solo es conocido por sus 1.319 años en servicio, sino también por la experiencia que le ofrece a cada uno de sus clientes.
