Emilio Scotto es un aventurero argentino que, cuando tenía 31 años, en 1985, se subió a su Honda y, sin mucha planificación, inició lo que sería el viaje en moto más largo de la historia, reconocido por el famoso Libro de los Récords Guinness. 

A pesar de que no estaba en sus primeras ideas, Scotto concretó una travesía de 10 años, en la cual recorrió más de 735.000 kilómetros y cambió de país en 280 ocasiones, dentro de seis continentes. 

Y, entre los datos más curiosos de su viaje, recuerda con emoción que Diego Maradona financió su hospedaje durante varias semanas en Nápoles, a mediados de 1987, y que el Papa Juan Pablo II bendijo su moto durante la Navidad de 1997. 

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¿Quién es Emilio Scotto? 

Emilio Walter Eduardo Alfredo Scotto es un viajero, nacido el 27 de septiembre de 1954 en Buenos Aires, que desde muy temprana edad soñó con realizar un viaje alrededor del mundo. 

Pero, debido a los diferentes cambios de vida que tuvo durante su juventud, recién pudo concretar la aventura cuando se subió a su moto, identificada como una Honda Goldwing Interstate de 1.100 cc, y dejó su casa el 14 de enero de 1985. 

Entonces, a pesar de que tenía muy poca experiencia en ruta, no había definido un destino y contaba con un escaso presupuesto de 300 dólares, este fue el comienzo de una aventura increíble, que se convertiría en el viaje en moto más largo de la historia. 

¿Cómo logró realizar el viaje en moto más largo de la historia?

Tras dejar Buenos Aires en el retrovisor, Scotto avanzó con ritmo hacia el norte y en pocos días cruzó la frontera internacional entre Argentina y Brasil. Su idea era atravesar el Amazonas para llegar a Venezuela. 

Finalmente, luego de superar este desafío, que fue el primero de muchos, se mantuvo recorriendo prácticamente todas las naciones de América hasta que en 1987, tras dos años de viaje, subió su moto a un avión para continuar la aventura por Europa. 

Si bien su recorrido sobre el Viejo Continente empezó en Alemania, Scotto no dudó en viajar hasta Nápoles, Italia, para conocer la ciudad, sumar kilómetros e intentar visitar a su ídolo: Diego Armando Maradona. 

Según cuenta la historia, el Diez lo recibió con amabilidad y, luego de conocer los detalles de su viaje, no dudó en ayudarlo con una estadía de 3 noches en un hotel de lujo. Pero el viajero, al enterarse de lo que costaba hospedarse en este sitio, decidió cambiarlo por uno de menor categoría y así pasar más días en la ciudad.

Tras estas aventuras, el argentino, dueño del récord que lo reconoce por haber realizado el viaje en moto más largo de la historia, siguió conociendo países de Europa, Asia y Oceanía, hasta que dio por finalizada su primera vuelta al mundo. 

Pero, como si no bastara, al poco tiempo de haber iniciado la última década del siglo XX, Scotto volvió a su moto para comenzar una segunda vuelta al mundo, pero en sentido contrario. 

¿Cuáles son los números más relevantes de su viaje en moto? 

Como era de esperar, el Récord Guinness obtenido por el viajero argentino refleja todos los detalles numéricos de su aventura. Es decir, desde la cantidad de países que recorrió y hasta las modificaciones que realizó en su moto. 

Por lo tanto, para conocer nuevos detalles sobre el viaje en moto más largo de la historia, es importante saber que en esta aventura, Scotto: 

• Completó dos vueltas al mundo. 
• Recorrió más de 735.000 kilómetros en 10 años. 
• Cambió de país en 280 ocasiones.
• Completó 14 pasaportes.
• Aprendió a hablar en 5 idiomas.
• Consumió 47.000 litros de combustible y 1.300 litros de aceite. 
• Llegó a utilizar 86 neumáticos. 
• Gastó 12 baterías. 
• Reemplazó el asiento en 10 ocasiones. 
• Cambió el motor de su moto en la sede central de Honda, ubicada en Japón. 

¿Qué anécdotas curiosas recuerda Scotto de su viaje en moto? 

Una de las consecuencias de hacer el viaje en moto más largo de la historia es que Scotto nunca podría haber imaginado todos los episodios anecdóticos que le tocaría vivir. 

Y, si bien la mayoría fueron agradables, como su visita a la casa de Diego Maradona en Nápoles, hubo otros muy complicados en donde estuvo a punto de perder la vida o quedar atrapado en un país.

Por lo tanto, entre las curiosidades más grandes de sus dos vueltas al mundo sobre ruedas, el argentino: 

• Escribió todos los detalles de su viaje en revistas, que fueron publicadas entre 1987 y 1996. 
• Sufrió malaria durante su estadía en África y estuvo muy cerca de perder la vida. 
• Terminó preso en Burundi, Chad y Camerún por ser sospechoso de espionaje.
• Se casó con su novia, con quien compartió gran parte del viaje, en India, frente al Taj Mahal. 
• Apareció en la televisión estadounidense y su historia de vida estuvo muy cerca de ser narrada en una película de Hollywood. 
• Tras su paso por Nueva York en 1994, la ciudad decidió crear el “Día de Emilio Scotto” , que se celebra cada 27 de mayo.
• Se vio obligado a huir de Somalia para evitar un ataque de piratas.
• Se reunió dos veces con el Papa Juan Pablo II, que en 1997 lo bendijo a él y a su moto. 
• Fue incluido en la lista de los 50 exploradores más importantes de la humanidad.
• En todo su viaje recibió 15 multas. 14 tuvieron lugar en Estados Unidos y obtuvo la décimo quinta en Argentina, a pocos kilómetros de finalizar la aventura.

¿Cómo fue el recibimiento a Scotto en Argentina? 

Si bien el comienzo del viaje en moto más largo de la historia pasó desapercibido, el final de la travesía fue celebrado por miles de personas. 

Tras llegar a Tierra del Fuego, Scotto comenzó a viajar rumbo a Buenos Aires. Y, cuando ingresó a la ciudad el 2 de abril de 1995, luego de un viaje por la Ruta 2, fue acompañado por más de 3 mil vehículos y fue recibido por el Presidente de la Nación. Finalmente, cerca del mediodía se encontró con la Avenida 9 de Julio y, luego de una década, volvió a visitar el Obelisco.

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A 27 años de haber finalizado el viaje en moto más largo de la historia, Scotto vive en Los Ángeles, Estados Unidos, pero visita con frecuencia España y en más de una ocasión ha regresado a la Argentina. 

¿Y su moto? Conocida como la “Princesa Negra”, permanece como pieza de museo en el hotel Riverside Casino and Resort de Laughlin, Nevada, Estados Unidos.