A orillas del río Negro y junto a la ciudad de Viedma, en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires, se levanta uno de los monumentos más antiguos de la historia patagónica: el Fuerte de Carmen de Patagones.
Su construcción comenzó en 1780 bajo la dirección del ingeniero José Pérez Brito, durante el dominio del Imperio español. La fortaleza no solo cumplió funciones militares y religiosas —albergando una capilla dentro de sus murallas—, sino que también fue la sede de la Comandancia de Patagones, una jurisdicción que, durante décadas, intentó ejercer soberanía sobre todo el territorio patagónico.
La torre del fuerte, de forma rectangular por fuera y cilíndrica por dentro, funcionó como atalaya y campanario, con una escalera de caracol integrada a su estructura. Desde su creación, fue un punto estratégico para el control del territorio y un recordatorio de la presencia española en el continente.
La historia de Carmen de Patagones y la Comandancia de la Patagonia
En 1785 se creó la Comandancia de Patagones, con sede en el fuerte, como parte del control que la Corona española quería ejercer sobre el sur del continente. Es decir, era un jurisdicción política del Virreinato Río de la Plata.
Su jurisdicción abarcaba, al menos en teoría, toda la Patagonia: desde el río Negro hasta el Cabo de Hornos, y desde el Atlántico hasta la Cordillera de los Andes. En pocos años, pasó por muchos cambios:
- Tras la Revolución de Mayo de 1810, la Junta de Buenos Aires asumió el control del territorio.
- En 1812, una sublevación realista en lo devolvió temporalmente al dominio español.
- En 1814, las fuerzas revolucionarias recuperaron la comandancia, que pasó a depender de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
A partir de 1820, cuando Buenos Aires se constituyó como una provincia autónoma, Patagones fue incorporada a su jurisdicción. Durante ese período, el fuerte y su guarnición se convirtieron en una pieza clave de la defensa del litoral atlántico.
En 1827, durante la Guerra contra el Imperio del Brasil, la población local organizó la defensa del puerto y derrotó a una flota brasileña en la célebre Batalla de Carmen de Patagones, un triunfo decisivo para la soberanía nacional.
Un territorio de alianzas, conflictos y transformaciones
La historia de Carmen de Patagones también está marcada por sus vínculos con los pueblos originarios. A lo largo del siglo XIX, se alternaron períodos de paz y enfrentamientos. Uno de los acuerdos más relevantes fue el Tratado de Paz de 1863, firmado entre el Gobierno y el cacique Valentín Sayhueque, que garantizaba la libre comercialización para las comunidades indígenas a cambio de su fidelidad.
Hacia 1878, el mapa político del sur argentino cambió con la sanción de la Ley N.º 947, conocida como Ley de Distribución de las Tierras, que estableció el límite norte de la Patagonia en los ríos Negro y Neuquén.
Poco después, la Ley N.º 954 creó la Gobernación de la Patagonia, poniendo fin a la jurisdicción de la Comandancia de Patagones y reorganizando el territorio nacional. En 1942, la declaración del fuerte como Monumento Histórico Nacional garantizó la preservación del sitio.
Imagen de portada: Museo Roca / Municipalidad de Carmen de Patagones.
