Las jirafas son uno de los mamíferos más queridos del Reino Animal. Son simpáticas, amigables y muy coloridas, y su aspecto llama bastante la atención. El cuello largo, producto de la evolución, les permite alcanzar hojas de las copas de los árboles, tarea que resulta imposible para cualquier otro animal herbívoro.
Su nombre científico nos da una pista del primer dato curioso: Giraffa camelopardalis. ¿A qué hace referencia camelopardalis? A dos de sus rasgos físicos:
- La pequeña joroba de la espalda, que recuerda a aquella de los camellos.
- El patrón de manchas de su cuerpo, similar al de los leopardos.
Y fue precisamente por esos rasgos físicos que, durante mucho tiempo, las jirafas fueron llamadas camello-leopardo. A continuación, desde Billiken les traemos otros datos curiosos sobre el peculiar mamífero.
5 datos curiosos sobre las jirafas

Primer dato: la jirafa es el animal más alto del mundo, pudiendo alcanzar hasta 5,7 metros de altura desde el suelo hasta sus cuernos. Esta gran altura es una de sus características más distintivas, y es la que permite aprovechar el follaje al que otras especies no llegan.
Pero hasta ahí no llega la explicación sobre sus cuellos largos: como segundo dato, hay investigaciones recientes que también lo atribuyen al combate de cabezas, algo muy común en las distintas especies. Y este combate es el que también explica por qué las jirafas tienen "cuernos".
En realidad, el nombre correcto para llamar a las protuberancias óseas que se asoman en lo alto de su cabeza "osiconos". Están cubiertos de piel y pelo, son permanentes y están hechos de cartílago osificado, por lo que no califican como cuernos.

El cuarto dato curioso es que son animales bastante sociales, dado que viven en manadas abiertas e inestables de entre 10 y 20 individuos. Y dentro de ellas, hay madres que se encargan de cuidar a las crías de otras.
Por último, la alimentación. Un macho adulto de jirafa puede consumir alrededor de 60 kilogramos de comida al día, pero puede sobrevivir con tan solo 7 kilogramos diarios. Además, dado que obtienen el agua de su alimento, no suelen tomarla con frecuencia. Por eso pueden vivir en zonas áridas, como las sabanas.

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