Montville es una pequeña comuna situada en el departamento de Sena Marítimo, en la región de Normandía, al noroeste de Francia. Rodeada de colinas verdes y atravesada por el río Clérette, este pueblo parece detenido en el tiempo gracias a sus construcciones históricas y su ambiente tranquilo. Hoy en día, su población ronda los 4.600 habitantes, quienes conviven entre paisajes rurales y un legado histórico muy particular.
Aunque Montville destaca por su entorno natural, su nombre quedó marcado en los libros de historia por un suceso extraordinario: un devastador tornado que sorprendió a la región hace más de un siglo.
El tornado de Montville: un fenómeno climático devastador
El 19 de agosto de 1845, Montville fue el escenario de uno de los tornados más violentos jamás documentados en Europa. Según los registros meteorológicos, alcanzó la categoría F5 en la Escala Fujita, lo que lo convierte en un fenómeno extremadamente raro en el continente.
El tornado arrasó con casas, arrancó árboles de raíz y causó la muerte de cerca de 70 personas, además de dejar a cientos de heridos. Para los habitantes de la época, acostumbrados a tormentas comunes pero no a semejante fuerza, el evento fue descrito como apocalíptico.
Los estudios posteriores indican que se trató de un fenómeno de gran intensidad poco frecuente en Europa occidental, donde los tornados rara vez alcanzan magnitudes comparables a los del centro de Estados Unidos.
El pueblo en la actualidad y su legado
Hoy, Montville mantiene viva la memoria de aquel episodio histórico mientras conserva su carácter de pueblo tranquilo y acogedor. Sus visitantes pueden recorrer sus calles empedradas, visitar la iglesia de Saint-Ouen o disfrutar de paseos junto al río Clérette.
El tornado de 1845 sigue siendo parte de la identidad local, recordado tanto en archivos históricos como en investigaciones meteorológicas. A pesar de la tragedia, Montville continuó creciendo y hoy se presenta como un destino pintoresco en Normandía, alejado del turismo masivo.
Cómo visitar Montville
Montville se encuentra a solo 15 kilómetros de Ruan, una de las ciudades más importantes de Normandía. Desde allí, se puede acceder en coche o en transporte público. El pueblo ofrece un ambiente sereno, ideal para quienes buscan conocer destinos poco transitados de Francia.
Además de su historia ligada al tornado, la comuna destaca por su entorno natural, con senderos, lagos y espacios verdes que la convierten en un punto atractivo para caminatas y excursiones.
