Determinar en qué año ocurrió el primer tornado de Europa es complejo. Pero sí se tiene información precisa sobre el primero registrado, un día como hoy pero del año 1054.
Este curioso fenómeno natural tuvo lugar en el pequeño pueblo de Rosdalla, que está dentro de la ciudad de Kilbeggan, en el condado de Westmeath, Irlanda.
Y, aunque no hay dudas que ocurrió en esa fecha, por la lejanía en el calendario aún resulta imposible determinar cuánto duró el tornado, qué intensidad tuvo y qué daños causó.
¿Cuál es la historia de la ciudad donde se registró el primer tornado de Europa?
La ciudad irlandesa donde se registró el primer tornado de Europa es muy antigua, ya que se fundó en el siglo VI, por iniciativa de San Bécán, uno de los Doce Apóstoles de Irlanda.
En aquella época surgió como un pequeño monasterio que, con el paso de los siglos, quedó abandonado y fue reemplazado por nuevos edificios de las mismas características. Alrededor de ellos se instalaron las primeras casas y así surgió la ciudad.
Sin embargo, Kilbeggan siempre mantuvo su aspecto rural ya que, a pesar de albergar un total de 29 municipios, en el casco urbano central viven menos de 2.000 personas.
¿Cómo se puede visitar Kilbeggan?
Muchos desean conocer Kilbeggan para caminar por las calles de la ciudad que hace 971 años registró el primer tornado de Europa. Pero, como era de esperar, este destino tiene más por ofrecer.
La urbanización se encuentra en el centro de Irlanda, a menos de 100 kilómetros al oeste de Dublín, la capital del país. Por lo tanto, está muy cerca de otras ciudades y es fácil de acceder a ella a través de numerosas rutas.
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Una vez en el lugar, los viajeros podrán explorar esta comunidad agrícola y conocer algunos de sus sitios más famosos como, por ejemplo:
- Sus vistas al río Brosna.
- Las destilerías de whisky y los edificios históricos que las albergan.
- El hipódromo de Kilbeggan, emplazado a un kilómetro del centro de la ciudad.
- La abadía de Durrow, a cuatro kilómetros del centro.
