El brócoli que conocemos hoy es fruto de la paciencia y el ingenio de los agricultores de la antigüedad. Hace más de 2.000 años, en las costas del Mediterráneo Oriental —lo que hoy son Turquía, Siria y Grecia—, comenzaron a seleccionar las mejores variedades de col silvestre. El objetivo era obtener un vegetal más tierno, sabroso y nutritivo.
Con el tiempo, esta práctica de cruzar plantas con las características más deseadas dio lugar a una nueva hortaliza: el brócoli. Más tarde, su consumo se popularizó primero en Italia y, siglos después, se extendió por toda Europa, América y el resto del mundo.
¿Qué significa la palabra?

La palabra “brócoli” proviene del italiano broccolo, que significa “brote” o “rama pequeña”, en referencia a la forma de sus inflorescencias verdes. Su cultivo se documenta en la Antigua Roma, donde era apreciado por su sabor y por considerarse un alimento que fortalecía la salud.
Durante la Edad Media, el brócoli se mantuvo como un cultivo regional, pero a partir del siglo XVI ganó terreno en Francia e Inglaterra gracias al comercio y a los intercambios culturales. En América llegó de la mano de inmigrantes italianos a finales del siglo XIX, y en Argentina se afianzó durante el siglo XX.
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Características y curiosidades del brócoli
El brócoli tiene propiedades que lo convirtieron en un alimento destacado en la dieta saludable. Entre sus características se encuentran:
- Pertenece a la familia de las crucíferas, junto con la coliflor, el repollo y el kale.
- Su temporada de mayor abundancia en Argentina es entre abril y septiembre.
- Contiene compuestos bioactivos, como el sulforafano, que han sido estudiados por sus posibles beneficios para la salud cardiovascular.

El brócoli moderno ha dado lugar a distintas variedades, como el brócoli rizado o el broccolini, resultado de nuevos cruces y mejoras genéticas. Sin embargo, todos mantienen su perfil nutricional rico en fibra, vitaminas C y K, minerales y antioxidantes.
Como muchos vegetales, este pequeño "arbolito" verde se adaptó a distintas tradiciones culinarias. En Italia es protagonista de platos con pasta, aceite de oliva y ajo; en Asia se saltea con salsa de soja y jengibre; y en América se consume en ensaladas, sopas y preparaciones al vapor.