Las corridas de toros en Buenos Aires
Los españoles llegaron a Argentina también con sus costumbres, y una de las más arraigadas era la de organizar corridas de toros. Hubo espectáculos de ese tipo en la actual Plaza de Mayo, justo frente al Cabildo. Y en la plaza de Montserrat, donde hoy se levanta el edificio del Ministerio de Salud. También en la actual Plaza San Martín, en el barrio de Retiro, donde se construyó una gran plaza de toros de dos pisos, con capacidad para ocho mil espectadores.
Los toros despertaban la misma pasión que hoy el fútbol. Y aunque no iba tanta gente como a las canchas (no hay que olvidar que para 1810 el número de habitantes de Buenos Aires no superaba los cuarenta mil), la plaza de toros presentaba un aspecto impresionante, con todos los lugares cubiertos. Los toreros eran españoles y viajaban desde Europa para participar de las corridas en suelo americano. De aquí se iban a Montevideo, Chile, Perú, Colombia, etcétera.
En la actualidad, este tipo de espectáculos es muy criticado por los defensores de los derechos de los animales, por el gran maltrato a los toros que representa, y está prohibido por ley en muchos lugares.
Falta envido
La gente no solo se entretenía con los toros, sino también con la riña de gallos, el juego de la taba (lanzaban un hueso por el aire como si fuera un dado), el pato, las carreras de caballos o cuadreras o, simplemente, con una partida de naipes. ¡Quiero retruco!...