En el mundo del fútbol, hay récords que parecen imposibles de batir. Uno de ellos lo tiene Carlos Seppaquercia, un delantero argentino que logró algo increíble: hizo un gol a los 5 segundos de comenzado el partido. Sí, como leés: ¡apenas sonó el silbato, la pelota ya estaba en la red! Es el gol más rápido el fútbol argentino.
Aunque su nombre no es tan popular como el de otros futbolistas históricos, su hazaña sigue siendo recordada como uno de los momentos más curiosos del fútbol argentino.
¿Quién fue Carlos Seppaquercia?
Carlos Seppaquercia nació el 25 de diciembre de 1949 en Junín, provincia de Buenos Aires. Su carrera profesional comenzó en Sarmiento de Junín, el club de su ciudad natal, donde se destacó como un delantero fuerte, rápido y con mucho olfato de gol.
Luego pasó por varios equipos del fútbol argentino, como Gimnasia y Esgrima La Plata, San Lorenzo y Villa Dálmine. Aunque no fue una gran estrella, fue un jugador muy respetado por su entrega dentro de la cancha y, sobre todo, por el récord que marcó su vida para siempre.
El gol que entró antes que todos
El 18 de marzo de 1979, Gimnasia y Esgrima La Plata jugaba contra Huracán en el estadio del Lobo. En ese partido, Carlos Seppaquercia hizo historia. Apenas el árbitro dio la orden de inicio, el delantero pateó desde la mitad de la cancha y... ¡la pelota entró!
Solo habían pasado cinco segundos desde que empezó el partido. El arquero de Huracán, sorprendió por el disparo inesperado, no logró reaccionar a tiempo.
Ese gol se convirtió en el más rápido registrado en la historia del fútbol argentino hasta el día de hoy. Algunos registros no oficiales mencionan otros goles veloces, pero ninguno tan bien documentado ni reconocido como el de Seppaquercia.
¿Cómo se logra un gol en cinco segundos?
Muchos se preguntan cómo es posible meter un gol tan rápido. En realidad, no fue producto del azar. Seppaquercia había ensayado ese disparo varias veces en los entrenamientos y lo tenía muy bien calculado.
Sabía que si pateaba con fuerza y precisión desde el círculo central, podía sorprender a cualquier arquero. Ese día, se animó a intentarlo… y lo consiguió.
Más allá de la anécdota, el gol fue una muestra de intuición, valentía y técnica, tres cualidades que siempre lo acompañaron como futbolista.

Un récord que sigue vigente
Desde aquel día, muchos jugadores intentaron hacer goles rápidos en el fútbol argentino, pero ninguno logró superar los cinco segundos de Seppaquercia.
En otras ligas del mundo, hubo goles a los 2 o 3 segundos, pero en nuestro país, su marca sigue firme desde 1979. Es un récord tan curioso como difícil de igualar.
De hecho, cada vez que un jugador anota un gol muy rápido, los medios recuerdan el nombre de Carlos Seppaquercia y su hazaña inolvidable.
Un legado curioso pero imborrable
Después de su paso por los grandes escenarios del fútbol, Seppaquercia continuó su carrera en equipos más pequeños y luego se retiró del deporte profesional. Sin embargo, nunca dejó de estar vinculado al fútbol.
Durante años trabajó como formador de juveniles y compartió su experiencia con nuevas generaciones. Su historia demuestra que no hace falta ser una estrella internacional para dejar una huella profunda en el fútbol argentino.
Carlos Seppaquercia falleció el 21 de agosto de 2011, pero su nombre sigue vivo gracias a ese gol increíble que entró más rápido que ninguno.