En 1975, un delantero rompió todos los récords del fútbol argentino. Se llamaba Héctor “El Gringo” Scotta y ese año convirtió 60 goles oficiales. Su marca fue tan impresionante que superó a grandes figuras de la historia y quedó registrada como un récord difícil de igualar.
Aunque su nombre no es tan conocido como el de otros goleadores históricos, lo que hizo Scotta fue tan sorprendente que lo transformó en leyenda. Y aunque pasaron casi 50 años, nadie logró superar aún su récord en el fútbol argentino.
¿Quién fue Héctor “El Gringo” Scotta?
Héctor Horacio Scotta nació el 27 de septiembre de 1950 en San Justo, provincia de Santa Fe. Desde chico se destacó por su potencia física, su remate fuerte y su instinto goleador. Comenzó su carrera profesional en Unión de Santa Fe en 1970 y, después de un breve paso por Boca Juniors, encontró su lugar en el mundo en San Lorenzo de Almagro, donde llegó en 1971.
Allí se ganó rápidamente el cariño de los hinchas, gracias a su entrega y, sobre todo, a los goles. Muchos goles. A lo largo de su carrera, también jugó en clubes de España, Colombia y Ecuador, pero fue en San Lorenzo donde dejó su huella más profunda.
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El año récord: 1975
En 1975, Scotta vivió su mejor temporada como futbolista. Entre el Torneo Metropolitano y el Torneo Nacional, convirtió 60 goles oficiales, una cifra altísima incluso para los grandes artilleros. Ese año fue el máximo goleador del fútbol argentino y también uno de los mayores anotadores del mundo.
Su récord fue tan extraordinario que superó al mismísimo Pelé, quien en 1958 había hecho 59 goles en el fútbol brasileño. Además, quedó a solo dos goles del récord absoluto en el mundo, que todavía ostenta el alemán Gerd Müller, con 62 goles en 1972.
Lo más llamativo es que Scotta logró esta hazaña en una época en la que se jugaban menos partidos por año que en la actualidad, y con canchas y pelotas mucho más rústicas que las de hoy.

Scotta, un goleador que hacía temblar el arco
Scotta no solo se destacaba por la cantidad de goles, sino también por la fuerza con la que pateaba. Su remate era tan potente que se decía que podía romper una red. En más de una ocasión, sus tiros desde fuera del área dejaban al arquero sin chances de reaccionar.
Algunos testimonios aseguran que el balón llegaba a los 140 kilómetros por hora cuando salía de sus pies. Por eso, muchos defensores y arqueros lo recordaban con respeto (¡y algo de miedo!).
Un récord difícil de iguala
Desde 1975, ningún futbolista logró romper el récord de Scotta en el fútbol argentino. Algunos, como Martín Palermo o Darío Cvitanich, tuvieron temporadas muy buenas, pero ninguno llegó a los 60 goles en un año calendario.
El propio Lionel Messi hizo 91 goles en un año, pero en el fútbol internacional y sumando todas las competencias. En Argentina, el récord de Scotta sigue invicto y parece inalcanzable.

La herencia de un goleador
Héctor Scotta tuvo una carrera extensa y exitosa. Más allá de los títulos o los clubes, su legado quedó marcado por ese año inolvidable. Su nombre está en los libros de historia del fútbol argentino y, para muchos fanáticos, es símbolo de una época dorada.
Su hijo, Sebastián Scotta, también fue futbolista profesional, aunque no alcanzó la fama de su padre.
Hoy, “El Gringo” es recordado con admiración por quienes lo vieron jugar y con curiosidad por las nuevas generaciones que se sorprenden al enterarse de que un argentino llegó a hacer 60 goles en un solo año. Porque sí: ese récord sigue ahí, intacto, esperando al próximo gran goleador… si es que alguna vez llega.