Existen muchas maneras de clasificar a las palabras. Una de las más importantes es la que distingue entre aquellas que son homógrafas y aquellas que son polisémicas, dos términos que no se escuchan seguido pero que se comprenden fácilmente.
Por un lado, la homografía refiere a una misma forma de escribir, mientras que la polisemia refiere a la existencia de múltiples significados. ¿Cómo se resuelve esta diferencia en las palabras?
¿Qué son las palabras homógrafas?
Las palabras homónimas son aquellas que comparten un mismo nombre, y dentro de ese gran grupo, están las homógrafas, es decir: las que, teniendo un origen y significado distintos, se escriben igual.
De hecho, su nombre ya adelanta el tipo de palabra: "homo" del griego hómoios ("igual"), y graphos, que quiere decir "escritura".
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Uno de los ejemplos por excelencia de las palabras homógrafas es el término "sobre", que se pronuncia y escribe siempre igual, tiene distinto origen y puede significar:
- El elemento de papel o cartón dentro del que se guardan cartas.
- La preposición que puede referir: uno, a un objeto que está sobre otro (un cubierto sobre la mesa); dos, a algo que hace referencia a otra cosa ("me estaba contando sobre la propuesta de trabajo").
- La conjugación del verbo "sobrar", por ejemplo: "pasame un lápiz por favor, el que te sobre".
En muchos idiomas existen casos de palabras homógrafas. En el español, como sabemos, los términos se pronuncian de la misma manera en que se escriben. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el inglés.
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¿Y las polisémicas?
El término "polisemia" también tiene su origen en el griego: polys, que refiere a "muchos", y sema, que quiere decir "significado". Es decir, cuando un mismo término tiene dos o más significados.
Sin embargo, hasta ahí la definición con las palabras homógrafas es la misma. ¿Dónde está la diferencia? En que, mientras que ambas se escriben igual, las homógrafas tienen un origen distinto y las polisémicas comparten el origen. Entre ejemplos de este tipo de palabras, están:
- Banco - Puede ser la entidad crediticia, el objeto sobre el cual sentarse o, en el lunfardo del español rioplatense, la conjugación de "bancar" (es decir, acompañar, apoyar, ayudar o incluso tolerar).
- Carta - En referencia a los naipes de los juegos de mesa, y a la correspondencia epistolar.
- Llama - Puede significar el animal o aquello que se eleva de los objetos que arden.
- Planta - En alusión a los pisos de un edificio, a la parte inferior del pie, a los seres vivos vegetales y a una fábrica central de energía o instalación industrial.