"No te hagas mala sangre": ¿qué significa la frase? - Billiken
 

"No te hagas mala sangre": ¿qué significa la frase?

no te hagas mala sangre significado frase
La frase “no te hagas mala sangre” se escucha con frecuencia, pero pocos saben que su origen se remonta a una antigua creencia médica que relacionaba la salud emocional con los fluidos del cuerpo.
Saber Más
Saber Más

La expresión “no te hagas mala sangre” es muy común en el español y suele decirse cuando alguien está enojado, preocupado o estresado. Aunque hoy se usa como una forma de calmar o invitar a no angustiarse, su origen tiene raíces en antiguas ideas médicas.

Durante siglos, se creyó que la salud dependía del equilibrio entre distintos fluidos del cuerpo, entre ellos la sangre. En ese contexto, tener “mala sangre” era sinónimo de malestar físico o emocional. Con el tiempo, la frase se volvió parte del lenguaje cotidiano y adquirió el sentido figurado que conserva hasta hoy.

"No te hagas mala sangre": una frase que se remonta a la Antigua Grecia

Hipócrates humores corporales

Durante muchos siglos, la medicina occidental se basó en la teoría de los “humores corporales”. Según esa visión, que tuvo gran influencia desde la Antigua Grecia hasta el Renacimiento, el cuerpo humano estaba compuesto por cuatro sustancias básicas: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema. El equilibrio entre esos fluidos determinaba la salud física y emocional de las personas.

En ese contexto, tener “mala sangre” significaba estar enojado, amargado o enfermo. Con el paso del tiempo, la expresión se popularizó en el habla cotidiana y fue tomando el sentido que tiene hoy: la de no dejarse dominar por las emociones negativas.

¿Qué significa “no te hagas mala sangre” hoy?

Actualmente, “no te hagas mala sangre” es una forma coloquial de decirle a alguien que no se preocupe de más. Se usa para advertir que hay situaciones que no vale la pena sufrir, o que hay emociones que pueden afectar la salud si no se manejan a tiempo. Algunos ejemplos de su uso cotidiano son:

  • “No te hagas mala sangre, ya va a salir otra oportunidad”.
  • “No vale la pena hacerse mala sangre por algo que no podés cambiar”.
  • “Tratá de no hacerte mala sangre, no es tan grave como parece”.

La expresión aparece en muchos países de habla hispana, aunque puede variar un poco en el uso y la forma según cada región. En algunos casos se dice “no hagas mala sangre” o “no te hagás malasangre”, todo junto. En todos los casos, la intención es la misma: recordar que hay cosas que no valen la pena.

¿Y qué dice la Real Academia Española?

El Diccionario Panhispánico de Dudas incluye la expresión “malasangre” y explica que puede usarse para referirse a dos cosas, principalmente:

  • Una "actitud aviesa o vengativa".
  • Una "persona que manifiesta dicha actitud".

Además, el diccionario aclara también que puede usarse en plural, "malasangres", o por separado, "mala sangre". La frase sigue vigente porque, además de su origen histórico, refleja una verdad cotidiana: muchas veces, las emociones pueden jugarnos en contra. Por eso conviene frenar a tiempo, respirar hondo y, como dice la expresión, no dejarse llevar por lo que no vale la pena.

Suscribite a Billiken

Recibí nuestras mejores notas gratis en tu mail... ¡y que viva la curiosidad!

Imagen captcha Cambiar imagen

Más Billiken

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig