La polisemia es, según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), la pluralidad de significados de una expresión lingüística. Por ende, las palabras polisémicas son básicamente aquellos términos que tienen más de un significado.
Las palabras polisémicas se escriben igual pero tienen distintos significados, por ejemplo "vela", "pico", "obra", "onda", "sala" o "pasar", entre muchísimas otras. Esta última, el verbo "pasar", cuenta ni más ni menos que con 64 acepciones en el diccionario de la RAE.
¿Por qué es importante la polisemia?
Según una investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 2012, las palabras polisémicas no son solo una mera curiosidad sino que hacen que el lenguaje sea más eficiente.
Los expertos indican que las palabras con varios significados dan a las conversaciones una mayor rapidez y una mejor comprensión sonora. Esto buscó refutar las teorías que aseguraban que la ambigüedad semántica de una palabra dificultaba la comunicación.
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Por el contrario, una vez que entendemos el rol del contexto a la hora de eliminar la ambigüedad, esta última ya no es un problema. La situación conversacional se aprovecha porque se pueden reusar palabras fáciles una y otra vez y que se entiendan siempre.
¿Qué características tienen las palabras polisémicas?
Los investigadores analizaron vocabulario en distintos idiomas anglosajones y latinos y descubrieron un hecho particular. Las palabras polisémicas suelen poseer características particulares:
- Resultan fáciles de pronunciar.
- Tienen pocas sílabas.
- Su frecuencia en las conversaciones es alta.
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Estas características demuestran, según el MIT, que la polisemia mejora la eficiencia de la comunicación. ¿La razón? Ya que se recurre a estas palabras porque son más fáciles para los sistemas de procesamiento del lenguaje, implican a los humanos un menor esfuerzo cognitivo.