Los calamares son primos de las almejas y las ostras, y forman parte del grupo de los cefalópodos tal como los pulpos y sepias. Tienen sistemas nerviosos y comportamientos complejos, así como una visión excelente. Puede que incluso hayas oído que los pulpos son los cerebros del mundo de los invertebrados. Lo que quizás no sabías es que el cerebro del calamar tiene una forma bastante peculiar: parece una dona.
¿Cómo es el cerebro del calamar?
El cerebro de los calamares tiene forma toroidal. Esto quiere decir que sigue las características del toroide, una especie de cuerpo geométrico generado por un polígono o una curva plana cerrada simple que gira alrededor de una recta con la que no se interseca. En términos más simples, el toroide es una forma que se corresponde con la superficie de los objetos que, en el habla cotidiana, se denominan: argollas, anillos, aros, rosquilla, dona o donut.
Pero ¿por qué esta forma? El cerebro del calamar tiene forma toroidal porque está atravesado por el esófago. Así es: el esófago del calamar pasa a través del agujero de su cerebro toroidal.
También te puede interesar: Calamar cranch: el curioso animal transparente que habita en el océano Atlántico
El peligro de poseer un cerebro con forma de dona
La forma del cerebro del calamar tiene su lado negativo.
Ya que su esófago pasa por el medio del cerebro, uno de las principales amenazas para el calamar es la comida: si consume algo demasiado grande e intenta tragarlo, se provocará a sí mismo un fuerte dolor de cabeza e incluso potenciales daños cerebrales.
¿Cuáles son los beneficios de la forma del cerebro del calamar?
La forma de rosquilla es más eficaz para enlazar la información de los ojos, y los calamares son conocidos por tener una visión extraordinariamente sensible.
También te puede interesar: ¿Qué temperatura tiene el Océano Ártico?
De hecho, es bastante común que los cerebros de los animales cambien de forma según el sentido que más utilicen. Por ejemplo, el gran tiburón blanco tiene un cerebro en forma de Y, que optimiza la información de sus bulbos olfativos, lo que significa que tiene un sentido del olfato extremadamente agudo. En este caso, el cerebro del calamar ajustó evolutivamente su forma para privilegiar su visión, el sentido más potente de la especie.