Pinocho es uno de los cuentos más populares alrededor del mundo. Cuenta la historia de un carpintero, de un niño de madera y del sueño de tener una familia. Pero como sabemos, hay un momento en que todo parece salir mal: cuando a Geppetto, y después a Pinocho, se los "traga" una ballena.
En la vida real, muchas noticias cuentan la misma historia: la de algún buzo o nadador que, de un momento a otro, pasó a estar en plena oscuridad dentro de la boca de una ballena. Hasta el momento, todos vivieron para contarlo. Las ballenas, entonces, ¿comen humanos? ¿O eso sólo pasa en los cuentos y películas?
¿La ballenas comen personas?
La idea de que las ballenas comen humanos es errónea. De hecho, todas las personas que vivieron la experiencia traumática pudieron contarlo, evidencia de que no fueron tragadas por el gigante animal marino.
La explicación es sencilla y curiosa a la vez. Las ballenas son los animales más grandes del mundo, pero tienen una garganta muy pequeña en comparación al resto de su cuerpo. Se dice que es del mismo tamaño que un puño humano, de entre 10 y 15 centímetros de diámetro.
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En algunos casos puede llegar a los 35 centímetros de diámetro, pero aún así es imposible que un ser humano adulto pase por ese canal. ¿Por qué es tan pequeño? Básicamente, por la dieta de las ballenas, que consta de:
- Krill,
- Plancton,
- Peces pequeños,
- Calamares pequeños (en algunas especies).
Hay una excepción, la del cachalote, que sí tiene una garganta amplia y podría comer humanos. Pero es prácticamente imposible que eso suceda, porque viven en mar abierto y a mucha profundidad, lo que reduce las posibilidades de encontrarse con uno.
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¿Es correcto decir que una ballena se "tragó" a Geppetto y a Pinocho?
Pinocho cuenta la historia de un carpintero que fabricaba juguetes para niños, y que también deseaba tener una familia. Un día, un hada le concede el deseo y una de las marionetas que había creado, Pinocho, cobra vida.
Así, se convierten en padre e hijo de una manera poco convencional. Hasta que, como muchos recordarán, Geppetto y su bote terminan dentro de la boca de una ballena. Luego, Pinocho sale en su búsqueda y corre la misma suerte. Ambos se encuentran dentro de la boca de la ballena, y para escapar encienden una pequeña fogata que la hace estornudar.
Otra historia conocida es la del personaje bíblico Jonás, al que Dios mandó una ballena para que lo engulla y así lo salvó de ahogarse. A los tres días, Jonás fue escupido por el animal, quien lo dejó cerca de la costa.
Finalmente, ninguno de los tres personajes fue tragado por la ballena. Y si bien es común decir que las ballenas pueden tragar humanos, lo correcto es usar expresiones como "envuelto" o "engullido", ya que ninguna persona termina en el estómago del animal.
