El 26 de noviembre de 1931 nació Adolfo Pérez Esquivel, destacado defensor de los derechos humanos y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1980.
Oriundo de la ciudad de Buenos Aires, vivió como pupilo gran parte de la infancia y fue entonces cuando empezó a interesarse por la escultura y el tallado en madera. Luego fue a vivir con su abuela, quien le enseñó historia y las tradiciones de los pueblos nativos de América. Más tarde, la familia se reunió y fueron a vivir al barrio de San Telmo. Al terminar la primaria, estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano.
Compromiso por los derechos humanos
Pérez Esquivel fue testigo de los episodios de violencia de las décadas de 1960 y 1970. Quizá por eso fue que asumió el compromiso de la lucha por los derechos humanos en todo el continente americano. En 1973 fundó el periódico Paz y Justicia para difundir la filosofía cristiana de base. Al año siguiente fue designado como coordinador general del Servicio Paz y Justicia para América Latina.
En el contexto de represión y violencia sistemática inaugurado por el golpe de Estado de marzo de 1976, contribuyó a la defensa de los derechos humanos y apoyó a los familiares de las víctimas de la dictadura. Así, co-fundó el Servicio de Paz y Justicia, que sirvió como instrumento para la defensa de los derechos humanos promocionando una campaña internacional para denunciar las atrocidades cometidas por la Dictadura Militar. En el año 1975 contribuyó a fundar la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Posteriormente colaboró en la constitución de organismos de derechos humanos de familiares de las víctimas de la represión como fueron Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.
En 1980, Esquivel fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, por su trabajo en defensa de los Derechos Humanos en América Latina. Al recibir esta distinción declaró no recibirlo como un título personal sino "…en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad".
Después del premio, Esquivel recorrió todos los países iberamericanos aquejados por sus dictaduras y continuó su trabajo en Argentina y diversos países. Su labor continúa hasta el día de hoy en defensa de la vida, la Educación para la Paz, los Derechos Humanos, los campesinos, los necesitados y los Pueblos latinoamericanos.
Trayectoria docente y artística
Durante más de 25 años ejerció la docencia en los niveles primarios, secundarios y universitarios. Fue profesor en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata, en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Azul, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde es titular de una cátedra sobre derechos humanos. En el año 2006 la UBA le entregó el Doctorado Honoris Causa en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la educación.
Como artista desarrolló una intensa actividad tanto en exposiciones y murales como en monumentos, entre otros se puede mencionar el Via Crucis Latinoamericano y Paño Cuaresmal realizado en 1992 en conmemoración de los 500 años de la conquista de América; el Monumento a los Refugiados, que se encuentra en la Sede Central del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Suiza; y el emplazamiento de su escultura de bronce homenaje al Mahatma Gandhi en la Plaza Gandhi, en Barcelona (España).