Sabemos que una lluvia se puso seria cuando empieza a poblarse, cada vez más y más seguido, de truenos. Si podemos escucharlos, significa que la tormenta ya está tomando dimensiones significativas. Pero, ¿qué es un trueno? Un trueno es el sonido de la onda de choque generada cuando un rayo calienta, al formarse, el aire por el que se mueve entre nubes a más de 28.000°C.
Este aire muy caliente aumenta de volumen y se expande a una enorme velocidad, pero al mezclarse con el aire frío del entorno baja bruscamente su temperatura y se contrae. Esta veloz expansión y contracción genera ondas de choque que son las responsables del ruido del trueno.
¿Qué lo origina?
El trueno es originado por la onda de choque en el aire causada por la súbita expansión térmica del plasma en la trayectoria del rayo.
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La temperatura dentro del rayo alcanza durante unos microsegundos temperaturas próximas a los 30.000ºC. Este calor genera una enorme expansión del aire hacia todos lados, impulsando el aire circundante a velocidades superiores a la del sonido. Esta onda finalmente es una onda de choque que recorre rápidamente la atmósfera, originando al trueno.
¿Cuánta distancia puede recorrer un trueno y cuán fuerte es?
La intensidad del sonido de un trueno depende de la distancia a la que se encuentre de la persona que lo escucha. Por ejemplo, a unos 100 metros del punto de impacto del rayo, el trueno puede alcanzar entre 120 y 130 decibeles. Si está muy cerca, puede superar los 140 dB. El nivel de presión sonora de un trueno puede alcanzar los 165 a 180 dB cerca de la fuente, y en algunos casos puede superar los 200 dB, un valor bastante superior al umbral del dolor para el oído humano.
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¿Su velocidad? El trueno viaja a unos 300 metros por segundo. Dato curioso: el trueno viaja más, puede hacer una mayor distancia, si no está cerca de una ciudad. Esto sucede porque las urbanizaciones crean estas complejas cámaras de eco entre los edificios, mientras que las llanuras abiertas permiten que el sonido se propague sin obstáculos durante kilómetros y las montañas lo amplifican aún más.