Al pasear por algunas de las ciudades de la Patagonia Argentina, es posible detectar, entre grandes árboles y a los pies de las inmensas montañas, mansiones históricas y muy atractivas, con múltiples historias. Una de ellas es la Residencia El Messidor.
Esta vivienda, que permanece en pie desde 1942, se encuentra frente al lago Nahuel Huapi, en el casco histórico de la localidad de Villa La Angostura, emplazada en la provincia de Neuquén.
Y, aunque se mantiene en perfecto estado y tiene acceso a un enorme jardín, esta propiedad no solo es famosa por su tamaño, ubicación y diseño, que estuvo a cargo del mismísimo arquitecto Alejandro Bustillo, sino también por las personas que allí se hospedaron.
¿Por qué esta mansión de la Patagonia se llama El Messidor?

El nombre de esta residencia despierta cierta curiosidad en las personas que lo escuchan por primera vez. Por lo tanto, antes de conocer la historia de la propiedad, es importante despejar esta duda.
La enorme mansión del siglo XX se llama así en relación al décimo mes del año, dentro del antiguo calendario francés. Entonces, en castellano, su nombre se traduce a “mes de oro”.
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¿Cuál es la historia de El Messidor?
A mediados de 1939, cuando Villa La Angostura tenía muy pocos vecinos, Sara Madero de Demaría, prima de Exequiel Bustillo, que en aquella época era director de Parques nacionales, adquirió 36 hectáreas de tierra frente al lago Nahuel Huapi.
Rápidamente, junto a su esposo, proyectó la construcción de una cómoda vivienda con todo lo necesario para organizar reuniones, recibir visitas y disfrutar la Patagonia en cualquier época del año.
El trabajo lo tomó su otro primo, el arquitecto Alejandro Bustillo, que recientemente había presenciado la inauguración de uno de sus diseños más famosos: el Hotel Llao Llao de San Carlos de Bariloche.
Así, la construcción de El Messidor inició en 1940, se realizó con granito de la zona (Demaría deseó evitar la madera, ya que tenía un gran temor a los incendios) y concluyó en 1942.
La mansión quedó en manos de su propietaria hasta 1964, cuando decidió venderla a la Provincia del Neuquén. Es por eso que, desde aquella época, representa la residencia oficial del gobernador provincial. Quienes deseen visitarla, deben recibir una invitación de quien se encuentre en este cargo.
¿Qué otras características de la mansión sorprenden a los turistas?

Durante los últimos 83 años, la Residencia El Messidor recibió a reyes europeos y presidentes, entre otras personalidades, que tuvieron a disposición cada sector de esta gran propiedad.
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Ellos, además de caminar por los amplios jardines con árboles autóctonos y exóticos que se plantaron al “estilo francés”, también pudieron disfrutar de la mansión, que:
- Resalta entre las montañas con su techo de pizarra gris.
- Tiene, en su planta baja, un comedor, living, sala de estar y una famosa biblioteca circular.
- Alberga, en su segunda planta, un grupo de habitaciones y una terraza, con acceso a vistas panorámicas.
- Dispone de habitaciones de huéspedes, cocina, despensa y oficinas.