Los primeros habitantes de la región se encontraban en la cuenca del río Mapocho, alrededor del X milenio antes de Cristo (a. C). En el siglo XV, el Imperio incaico estableció un centro administrativo y ceremonial en el valle del Mapocho. Santiago de Chile, la capital actual del país, fue fundada sobre esta infraestructura incaica hace 484 años, el 12 de febrero de 1541, por el conquistador español Pedro de Valdivia. La formación de la república estuvo marcada inicialmente por la figura de Bernardo O'Higgins. Durante este periodo, se promulgaron las primeras constituciones y se abolió la esclavitud en el territorio chileno.
Durante el siglo XIX, la república de Chile experimentó una consolidación del estado y una expansión territorial, incluyendo la Guerra del Pacífico. Se sucedieron diferentes gobiernos y se fueron estableciendo las bases de la estructura política y administrativa. También se produjo un desarrollo económico, impulsado en parte por la minería.
El siglo XX se caracterizó por importantes tensiones políticas y sociales, incluyendo periodos de inestabilidad y golpes de estado. La dictadura militar de Augusto Pinochet en la segunda mitad del siglo marcó un periodo significativo en la historia republicana. A fines de los años 1980, se vivió un proceso de retorno a la democracia. Actualmente, Chile se define como un Estado unitario, democrático y presidencialista.
¿Por qué la capital de Chile se llama Santiago de Chile?
En el momento de su fundación, la ciudad recibió el nombre de Santiago del Nuevo Extremo en honor al apóstol Santiago y a su región natal, Extremadura en España. Desde aquel momento, Santiago se convirtió en la capital de la Gobernación de Nueva Extremadura y, casi ininterrumpidamente, en la principal urbe de la nación chilena.
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Durante la época colonial, Santiago consolidó su posición como centro del poder en la Capitanía General de Chile. La Plaza de Armas concentraba la Gobernación, el Cabildo, la Real Audiencia y la Catedral, simbolizando el poder español. A pesar de sufrir terremotos, epidemias y desbordamientos del río Mapocho, la ciudad se recuperó y mantuvo un crecimiento constante. En 1607, la Real Audiencia se estableció definitivamente en Santiago, confirmándola como la principal ciudad y capital del país debido a los peligros que afrontaba Concepción.
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Con el advenimiento del siglo XIX, Santiago fue testigo del inicio del proceso de independencia de Chile con la Primera Junta Nacional de Gobierno proclamada el 18 de septiembre de 1810. La victoria patriota se consolidó con la batalla de Chacabuco en 1817. La independencia llegó, finalmente, con la batalla de Maipú en 1818. En ese momento, la ciudad se convirtió en la capital de la nueva república, albergando las principales instituciones del estado.
