Su verdadero nombre es Rebeca Eunice Vargas Tamayac, un nombre que significa mucho, ya que recuerda a una de sus tías, poeta, que fue detenida y desaparecida en 1981. Al mismo tiempo marca su origen indígena, algo muy importante para ella, que se reconoce como mestiza de raíces quiché.
Desde pequeña, a Rebeca le gustaba mucho la poesía. Más tarde, comenzó a subir sus poemas a un blog y los leía mucha gente. También le interesaba saber por qué en Guatemala, su país natal, había indígenas, blancos, poblaciones afro, muchos pobres, pocos ricos y por qué las cosas no andaban bien para la mayoría. Para dar respuesta a esas preguntas estudió Sociología.
Ademas, desarrolló su veta artística. Participó en diversas obras de teatro y poco a poco se acercó a las artes escénicas. También le gustaba el hip hop: iba a recitales, seguía a artistas y se interesaba en la historia del movimiento. Al poco tiempo descubrió que su poesía podía cantarse. Entonces empezó a ir a clases y talleres de rap.
En un evento conoció a unos chicos que tenían una radio, quienes le ofrecieron hacer un programa. En el sitio donde funcionaba la emisora había un estudio de grabación frecuentado por raperos. Rebeca hacía su programa, hablaba con los músicos y les mostraba sus poesías. Con el tiempo formó un colectivo de hip hop llamado Última Dosis y comenzó a cantar.
El éxito no tardó en llegar, pero descubrió que el ambiente en que se movía se caracterizaba por ser machista. Los cantantes hombres eran las estrellas de los espectáculos, podían estar más tiempo en el escenario. En los carteles de promoción, sus nombres eran más grandes que los de las mujeres. Por lo tanto, la convivencia era difícil.
Rebeca siguió en el mismo camino, pero la experiencia la hizo reflexionar. Descubrió que muchos ambientes que se postulan como libres –el del hip hop entre ellos– en realidad limitan mucho a sus integrantes: todos se deben vestir y pensar igual, obedecer reglas, etc. Por eso ha trabajado para crear espacios donde las mujeres se sientan cómodas y puedan expresarse a través del arte. Opina que hay que ser como una es. Ella es mestiza, académica y artista. Y le va bien así.
También te puede interesar: Cristina Peri Rossi, la célebre literata uruguaya que ganó el Premio Cervantes de 2021
¿Te gustó la historia de Rebeca Lane? Fue extraída del libro "100 Grandes Mujeres Latinoamericanas", escrito por Lauren Rea, Regina Solis y Ariela Kreimer, y en el que podrás descubrir a cien mujeres increíbles de Latinoamérica, que soñaron a lo grande y dejaron una marca imborrable. Son cien historias de vida que inspiran, entusiasman y nos enseñan a creer en lo posible. Especialmente relatadas e ilustradas para las niñas y niños.
Este libro es la primera parte del proyecto Grandes Mujeres Latinoamericanas y continúa en la plataforma digital educativa grandesmujeres.lat, pensada para fomentar la igualdad de género entre niños y niñas de la escuela primaria de nuestro continente. Allí se ofrecen recursos educativos con perspectiva de género basados en la vida de esas grandes mujeres, históricas y contemporáneas, para trabajar distintas asignaturas y áreas temáticas. Todo estuvo realizado gracias a la co-dirección de Lauren Rea y Euhen Matarozzo. La dirección web es grandesmujeres.lat y ya está disponible online.