Martha Giusti y su hermana María Isabel producen frutas y verduras orgánicas en su biohuerta de Luján. Este desarrollo innovador en la región las convirtió en pioneras en la materia.
Todo comenzó en 2012, cuando decidieron crear una sociedad anónima para la producción frutihortícola. Cuentan con una certificación orgánica desde que empezaron a producir y, desde 2020, también trabajan con cultivos extensivos a baja escala como el lino.
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En diálogo con El Planeta Urbano, explicaron: "El campo es un campo familiar que heredamos y decidimos que iba a ser orgánico desde el vamos. Queríamos, por un lado, volverlo mejor que lo que lo habíamos recibido –bastante maltratado- y por otro lado pensar en hacer alimentos que fueran sanos".
Junto a ellas, trabajan seis personas de manera permanente y, fuera del campo, otras cuatro más. Actualmente, venden sus productos a distintos locales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como así también en ciudades como San Antonio de Areco y Capitán Sarmiento.