En una zona despoblada de la localidad norteña de Cachi, a 2.400 metros de altura, existe una insólita historia que esconde muchas curiosidades. En 2012 terminó de construirse una estación para el eventual despegue o aterrizaje de objetos voladores no identificados conocida como el ovnipuerto de Cachi.
Todo comenzó en manos de un excéntrico ciudadano suizo del que poco se sabe, que proclamaba tener comunicación directa con los supuestos extraterrestres. Su nombre era Werner Jaisli, mayormente conocido por los locales como Bernard. Nació el 4 de enero de 1949 en Aarwangen, cantón de Berna, y falleció en 2021.
Acerca de cómo se le ocurrió crearlo, hace unos años Jaisli comentó a diario El Tribuno: "Era la medianoche del 24 de noviembre de 2008. Se sentía desde abajo el ruido de una fiesta en el Complejo Deportivo. De pronto todo quedó en silencio, se cortó el suministro de energía.
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Era la oscuridad total. 'Es una noche de ovnis', le dije a (mi vecino) Luis. Y no había terminado la frase, cuando dos objetos luminosos avanzaron a unos 200 metros sobre el río Calchaquí.
En ese momento algo comenzó a bullir por mi cerebro: era una orden. Me pedían telepáticamente que construyera el ovnipuerto".
¿Cómo es el ovnipuerto?
La estación se encuentra localizada específicamente a tres kilómetros del centro de Cachi, en el paraje Fuerte Alto.
Esta construcción abarca una extensión de cuatro cuadras y fue bautizada como "Estrella de la Esperanza". En cuanto a su estructura, se trata de doce estrellas dibujadas en la tierra, marcadas con piedras o pintadas a la cal.
La mayor de las estrellas es una blanca que posee 36 puntas y mide 48 metros de diámetro, y compone el faro del ovnipuerto. En su interior cabe otra estrella de 12 puntas.
Algunos curiosos eligen imágenes satelitales como la de Google Earth para apreciarlo, ya que se identifica perfectamente desde el aire.
Redacción - Victoria Bianco.