Los trenes no solo tienen como objetivo el transporte de pasajeros, también trasladan mercadería, animales y objetos. Antiguamente, llevaba el correo de una punta a otra del país. De hecho, era una de sus principales funciones.
En Argentina, había un vagón coche especializado que se utilizaba para esta tarea. Un vagón coche es un furgón diseñado para un fin particular. Se tienen en cuenta cuestiones específicas según el tipo de carga que debe transportar.
No siempre existieron este tipo de vagones. Antes, las cartas y paquetes viajaban en el mismo lugar que los pasajeros.
¿Cómo es un vagón coche especial para el correo?
Este tipo de furgón tienen estantes y distintos espacios y compartimentos para guardar productos de diversas formas, tamaños y pesos, con el objetivo de que la correspondencia llegue a destino en buen estado. Uno de los beneficios de este medio de transporte es la rapidez. Eso lo convierte en un método más eficiente que otros.
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El primero en su historia fue utilizado en 1830, en el Reino Unido. Recibió el nombre de Postal Wagon. En él, los empleados del correo tenían un lugar para trabajar, espacios específicos para clasificar distintos tipos de paquetes y contaban con mayor seguridad para garantizar que nada se perdiera en el camino.
¿Existen en Argentina?
En nuestro país, actualmente no se utilizan vagones correo para trasladar exclusivamente la correspondencia. El último viaje fue realizado durante la última dictadura cívico-militar. Durante el siglo XIX, cumplieron una función determinante en la comunicación, ya que recibían, clasificaban y repartían encomiendas a colonias de inmigrantes, que gracias a la llegada del ferrocarril, pudieron desarrollarse y convertirse en pueblos.
Hoy, en el mundo ya casi no se brinda este servicio, debido a los avances tecnológicos que permiten comunicarse de otra manera, como internet. En aquellos lugares en los que se conservan, cumplen una función más bien turística.
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De todas formas, los trenes de carga sí siguen funcionando en Argentina y en algunos se trasladan paquetes a zonas de difícil acceso, debido a al estado o la escasez de caminos. Por lo tanto, aunque ya no reciban cartas, algunos pueblos aún dependen del tren para acceder a comida, medicamentos y ropa, entre otras cosas.
