Centralia es un pueblo de Pensilvania de Estados Unidos. Su desarrollo se debió al establecimiento de una mina de carbón en la zona. Alrededor de ella se organizaba la vida económica y social, hasta que en 1962, comenzó un incendio.
¿Cómo nació el fuego?
El incidente comenzó en el basurero de la ciudad, que estaba ubicado dentro de una fosa abandonada de la mina. Como todos los años, cumplieron con la tradición de incinerar todos los residuos que se encontraban allí, el día anterior al Día de los caídos, celebrado cada último lunes de mayo, en honor a los soldados estadounidenses que fallecieron en combate.
El fuego encendió una veta expuesta de carbón y se expandió por varios de los caminos subterráneos de las minas, situados debajo del pueblo, llegando a quemar más de 90 metros de manera subterránea. Las llamas brotaban del suelo e incendiaron alrededor de 15 mil kilómetros cuadrados.
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Además del fuego, desde el interior de la mina empezaron a salir gases tóxicos y las casas se derrumbaban cada vez más a menudo. El gobierno debió relocalizar a toda la población: invirtió para ello más de 42 millones de dólares.
Desde entonces, las llamas no pudieron apagarse, a pesar de varios intentos. Hace 62 años que el incendio está activo y los científicos calculan que continuará 250 años más.
¿Qué pasa hoy en Centralia?
Hoy, Centralia es una ciudad fantasma. En 2002, decidieron eliminar el código postal de la zona y bloquear la parte de la ruta 61, que atraviesa el pueblo, para que los turistas y curiosos no puedan ingresar.
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La mayoría de las construcciones colapsaron y nuevas plantas cubrieron las viejas calles pavimentadas. La única evidencia de que el incendio continúa son chimeneas esporádicas que liberan humo.