Celia Ortiz de Montoya fue una pionera. No solo fue la primera doctora en Pedagogía en Argentina, sino que además contribuyó a renovar ese campo desde 1930. Sus propuestas se caracterizaron por implementar la creatividad y la libertad en la educación.
Quién fue Celia Ortiz
Nació el 27 de noviembre de 1895 en Paraná, Entre Ríos. Se graduó en 1915 como maestra en la Escuela Normal de Paraná, la primera del país en su tipo, y luego obtuvo el título de Profesora de Pedagogía y Filosofía en la Universidad Nacional de La Plata y, en 1921, se recibió como Doctora en Ciencias de la Educación. A los pocos años viajó a Europa, donde tomó contacto con personalidades innovadoras para la época, como por ejemplo María Montessori.
La experiencia europea le brindó nuevos horizontes que hicieron cambiar su forma de concebir el hecho educativo. Comenzó a implementar propuestas pedagógicas que resaltaban en un contexto dominado por una educación jerárquica y autoritaria. En ese entonces, el docente era visto como el único portador del saber y las relaciones entre maestros y estudiantes eran absolutamente verticales. Así la cosas, las propuestas de Celia se destacaban con brillo propio.
La pedagoga planteaba prácticas democratizadoras, donde la horizontalidad era lo que caracterizaba a la relación entre docente y alumnos y proponía generar espacios de mayor libertad y alegría donde llevar adelante actividades creativas.
La Escuela Normal de Paraná fue uno de los lugares donde Celia Ortiz pudo plasmar sus propuestas renovadoras. Allí desarrolló, en el año 1931, una experiencia denominada “Educación integral activa”, que lamentablemente duró solo un año por la intervención del gobierno de Agustín P. Justo que ordenó su cierre.
A lo largo de su trayectoria, publicó más de cuarenta obras. Entre ellas se destacan, La Historia de la Educación y la Pedagogía y La problemática filosófica educativa del siglo XX.
Fue distinguida por la Asamblea Latinoamericana de Educación con la orquídea de Homenaje a la Mujer Latinoamericana en 1965, también fue nombrada Profesora Emérita de la Universidad Nacional del Litoral en 1969. Y en el año 1977 fue homenajeada por el Congreso Internacional de las Naciones como Ilustre Parlamentaria. Falleció el 8 de diciembre de 1985.