Los pulpos tienen tres corazones: dos periféricos y uno central. Hay varias razones por las que poseen tres de estos órganos en vez de uno, como cabría esperar.
Los pulpos son cefalópodos, que literalmente significa "pie con cabeza", describiendo su anatomía truncada. Como los otros tres miembros del grupo –calamares, sepias y nautilos–, tienen sangre azul, porque utilizan una proteína rica en cobre para transportar oxígeno.
¿Cómo son los corazones del pulpo?
Los pulpos no tienen uno, ni dos, sino tres corazones: dos de ellos, los corazones branquiales o periféricos, bombean la sangre a las branquias, donde recogen oxígeno.
El tercero, llamado corazón sistémico, envía la sangre oxigenada por todo el cuerpo, alimentando los ocho tentáculos para lo que sea que ellos y sus ventosas planeen hacer.
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¿Por qué tiene más de un corazón?
Los pulpos tienen más de un corazón principalmente por dos razones. La primera es que son bastante activos como cefalópodos, y se cree que los tres corazones son necesarios para permitir ese nivel de actividad física. Sin embargo, al nadar, el pulpo no usa su corazón sistémico y puede cansarse con bastante facilidad.
La segunda razón tiene que ver con el tipo de sangre que corre por las venas de los pulpos. La sangre de este animal es azul debido a la hemocianina de cobre que contiene y que transporta el oxígeno.
Por sus propiedades, la hemocianina no transporta el oxígeno tan bien como la hemoglobina humana –aquella que hace que nuestra sangre sea de un tono rojo oscuro, color que le da el hierro–. Para compensar esta menor eficiencia, los pulpos desarrollaron tres corazones.
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