“El sediento” es el nombre que recibió una obra de arte de la Ciudad de Buenos Aires, que desde el 1 de febrero de 1914 está en el interior de la Plaza Rodríguez Peña, en pleno barrio de Recoleta.
Como se aprecia en imágenes, esta escultura de mármol de Carrara permanece rodeada por una fuente del mismo material, que a su vez es protegida por una reja negra.
Y, además de la posición de la figura del joven que fue tallado, “El sediento” también sorprende por su historia y la de su creadora: Luisa Isabel Isella de Motteau.
¿En qué contexto se inauguró la escultura “El sediento” de Buenos Aires?
Tras recibir numerosos premios, en diversos países del mundo, la escultura argentina Luisa Isabel Isella de Motteau diseñó “El sediento” durante los primeros años del siglo XX.
Finalmente, la obra se estrenó el primer día de febrero de 1914. Pero, debido al contexto, el acto de inauguración fue sencillo y no contó con la presencia de Motteau.
Sucedió que, en aquella época, la escultora estaba en París, Francia, para completar unos estudios. Y, como Europa estaba en las puertas de la Primera Guerra Mundial, no pudo viajar a Argentina para presenciar la ceremonia.
De todas formas, “El sediento” se estrenó con su fuente, que se convirtió en la segunda construida por una mujer en la Ciudad de Buenos Aires. Hasta el día de hoy resalta en la Plaza Rodríguez Peña, cerca de la Avenida Callao, con:
- Los chorros de agua que brotan a su alrededor.
- El pedestal sobre el que se apoya la figura principal, que mide menos de un metro de altura.
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¿Quién fue Luisa Isabel Isella de Motteau?
Luisa Isabel Isella de Motteau fue una escultora argentina que nació el 21 de octubre de 1886 en la Ciudad de Buenos Aires y que, durante su juventud, tuvo la oportunidad de estudiar en diversos lugares del mundo.
Es decir, se adentró en el arte en la ciudad de Monza, Italia, y luego incrementó sus conocimientos en la Academia Nacional de Bellas Artes de Chile, donde obtuvo una segunda medalla de oro en pintura y escultura a mediados del año 1905.
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Años después, Motteau reanudó sus estudios en París, Francia, donde finalmente la reconocieron con una medalla de oro, dentro del Salón Oficial de los Artistas Franceses, en 1909.
Su regreso a Argentina recién tuvo lugar en 1919, finalizada la Primera Guerra Mundial. A partir de este momento, se enfocó en la docencia y ejerció esta profesión hasta el final de su vida. Luisa Isabel Isella de Motteau falleció, con tan solo 55 años de edad, el 15 de enero de 1942 en San Isidro.
