Sun-Me Yoon llegó a Argentina desde Corea del Sur junto a sus padres con tan solo 5 años. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y siguió formándose en la UBA. Quería estudiar Psicología, pero su familia le sugirió que siguiera alguna carrera que le fuera útil también en su país natal. Quien la introdujo al mundo de la literatura fue su padre. Desde muy chica le compró los clásicos. "El primer libro que leí fue Robinson Crusoe, en tercer grado", recuerda.
Suny, como la llaman sus amigos, no había tenido mucha relación con la cultura coreana viviendo en Buenos Aires y recién a los 10 años, su madre comenzó a enseñarle coreano. Durante las vacaciones de verano de 1981, volvió por primera vez a Corea y quedó maravillada y con ganas de regresar.
Su objetivo profesional no tenía nada que ver con ser traductora, ella quería enseñar Literatura en universidades de Seúl, pero los cursos que le asignaban eran sobre gramática y conversación en español. "Me aburría. En Corea los alumnos ingresan a las carreras de grado por promedio, no pueden elegir, entonces, a muchos de mis estudiantes no les interesaba lo que yo les enseñaba. No tenían vocación", — explica y continúa — "Por suerte, al poco tiempo de llegar, alguien me ofreció ser co-traductora de una antología de poemas. Acepté y me encantó. Así llegué por primera vez a lo que hoy es mi oficio: traductora del coreano al español".
En Corea del Sur hay dos organismos que otorgan subsidios para traductores, uno gubernamental, que es el Instituto de Traducción de Literatura y la Fundación Daesan, de gestión privada. Sun-Me aplicó con la idea de traducir por su cuenta. En el 2012, tradujo por primera vez a Han Kang, una autora surcoreana que, en ese entonces, no era muy reconocida en su país. "No tener muchos preconceptos acerca de la cultura y literatura de este país me ayudó a encontrar a Han Kang. La literatura coreana era muy realista. Este tipo de escritos pierden actualidad muy rápido y trasladados a otra cultura, más todavía. Muchas de las cosas que me recomendaban me sonaban muy antiguas y muy ligadas a Corea. Empecé a investigar por mi cuenta. Leí La vegetariana y decidí traducirla", relata.
Sun-Me Yoon y el arte de la traducción literaria
"La traducción literaria es un oficio, es un hermoso trabajo. Una lo hace porque la apasiona. Para traducir literatura tenés que tener sensibilidad. Es una rama muy especial, muy creativa. Es un trabajo solitario, de lucha con una misma. Una vez que traducís, tenés que dejarlo macerar, dejar que pase el tiempo y retomarlo para verlo con objetividad, para pulir mejor el texto. Es laborioso y demandante técnica y emocionalmente. Hay que estar inmersa en la historia, estar comprometida", así define Yoon a su oficio. Además, lo compara con otro tipo de tareas:
"Los traductores literarios son artesanos. Es una obra personal, todo tuyo, de principio a fin. Hay pocos oficios en la actualidad que pueden decir que participaron de todo el proceso. Uno de ellos es el de escribir".
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Destaca que no es un trabajo mecánico y que más allá de que el texto esté escrito, no se trata simplemente de transcribirlo a otro idioma, sino que hay que pensar qué quiso decir el autor para mantener el sentido original de la frase, para que se comprenda la metáfora. Se debe tener en cuenta el contexto para poder hacerlo.
Sun-Me Yoon vivió muchos años en Argentina y España antes de volver a Seúl. Experimentar en carne propia la cultura de países hispanohablantes la ayudó en su carrera. "Para manejar a la perfección un idioma, no basta con estudiarlo, hay que vivir esa cultura. En las clases hay muchas cosas que no te enseñan; los coloquialismos por ejemplo. Las lenguas están vivas, cambian, aparecen expresiones nuevas. Mi alma de viajera enriqueció mi trabajo".
¿Cómo afecta la Inteligencia Artificial al oficio del traductor?
"Una de las herramientas más utilizadas es el Chat GPT, que hace muy buenas traducciones, pero en el ámbito de lo técnico. Comete errores, no se puede confiar completamente, pero con las traducciones literarias es distinto. Es muy rudimentario lo que puede hacer. Lo que circula en internet no es literatura. Como la Inteligencia Artificial (IA) está aprendiendo de textos de todo tipo menos literarios, todavía no alcanza a hacer buenos trabajos. Está a años luz de poder traducir a escritores como Han Kang", explica.
Con respecto a traducir textos en coreano, cuenta que este tipo de herramientas se equivoca en lo mismo que los estudiantes extranjeros que recién empiezan, porque el coriano es un idioma en el que se puede sacar el sujeto, como en el español. La diferencia es que el verbo no se conjuga, entonces hay que identificarlo por el contexto. La IA no analiza el contexto, lee literalmente.
Traducir del coreano al español, según Sun-Me Yoon
La traductora cuenta que son dos lenguajes totalmente diferentes. No hay ninguna coincidencia. El alfabeto que se utiliza es otro. Fue diseñado por orden de un rey, en el siglo XV, es decir que es una escritura científica, porque fue inventada. Además, la estructura de las oraciones también es distinta. Uno de los errores más comunes a la hora de empezar a traducir es caer en la literalidad porque "el texto puede estar gramaticalmente correcto, pero en español resultan completamente antinaturales".
Si la traducción es mala, es imposible que el lector se compenetre con lo que se está contando. Acá radica la importancia del traductor.
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"Cuanto mejor es el traductor, más invisible es. Te metés en la historia y no pensás que estás leyendo algo que fue escrito en otro idioma. Esa es la clave de una buena traducción", asegura.
Yoon cuenta que Corea del Sur es un país que de la nada, de ser un país muy pobre, de estar completamente destruido, resurgió de las cenizas, "como el ave fénix" y explica que es una sociedad muy resiliente, muy fuerte, que sabe unirse en los momentos de adversidad, que sabe trabajar y que estudia. "Los jóvenes saben que la mejor manera de salir adelante es estudiar. Es una sociedad muy solidaria, muy abierta. La actitud de la gente ha cambiado. Argentina es mi lugar en el mundo, amo ese país, ojalá allí también pasara, pero tiene una historia cíclica. Es una pena. Lo que más rescato de los argentinos es el valor que le dan a amistad, por eso siempre vuelvo".
Han Kang, la ganadora del premio Nobel de Literatura
Han Kang es una escritora surcoreana que resultó la última ganadora del premio Nobel de Literatura. Su obra fue traducida al español por Sun-Me Yoon.
"Los lectores extranjeros descubrieron a Han Kang. Los grandes premios internacionales la ponen primera plana en Corea. Cuando ella publicó La vegetariana, en el 2007, era un texto muy avanzado para la sociedad coreana. Pasó desapercibida. No supieron muy bien qué hacer con la novela. Sin embargo fue premiada internacionalmente. Siempre fue una buena escritora, pero no era destacada en su país", declara Yoon.
Con respecto a qué opina sobre que Kang fuera galardonada con este premio dice: "Creo que este premio es súper merecido. No lo digo porque yo la traduje. Sus obras lo valen. Ella es muy consecuente con lo que piensa y lo que siente. Todo lo que escribió no es una pose. Trabaja con el corazón y con el cuerpo. En sus textos habla mucho de pesadillas, sueños, que ella ha tenido. Cuando termina una novela se enferma, por eso digo que escribe con el cuerpo. De todos los escritores coreanos, se lo dieron a la persona más indicada. Ella es auténtica. Escribe con el alma. Influyó en mi como traductora. Es muy poética. Soy afortunada de haberla traducido y de conocerla".