Hay muy pocos animales eléctricos en el mundo y la mayoría son peces. Es por esto que, cuando los expertos notaron que un mamífero también poseía estas características, se llevaron una tremenda sorpresa. Se trata del equidna.
El equidna -o “Tachyglossidae”, tal como se lo conoce en el ámbito científico- es un mamífero perteneciente a una al orden Monotremata, categoría que también encapsula al ornitorrinco, por ejemplo.
Pensamos en la electricidad como algo artificial y moderno; en consecuencia, no la asociamos con algo que pueden portar los animales. En realidad, la electricidad existe en todos nosotros biológicamente y fue necesario el descubrimiento de un pez capaz de lanzarnos 600 voltios para que aprendiéramos a generarla artificialmente.
¿El equidna tiene electricidad?
Tanto el equidna como el ornitorrinco tienen diminutos electrorreceptores en el hocico que detectan corrientes y les permiten excavar en el barro o en tierra firme y localizar presas con los ojos cerrados.
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Para localizar los alimentos, además de un agudizado sentido del olfato, estos electrorreceptores táctiles que llevan en la cara los ayuda a encontrar las colonias de hormigas y termitas que componen en gran parte su dieta.
¿Animales eléctricos?
Es posible que muchos animales acuáticos, posiblemente otros mamíferos, usen la electricidad de formas que no entendemos. Como no es una capacidad que particularmente tengamos los humanos, no la notamos demasiado en otros seres vivos.
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Sin embargo, se trata de una habilidad sorprendente. Las capacidades eléctricas del equidna, en especial, son aún más notables que las de otros animales justamente por estar en tierra, donde no es tan fácil transmitir electricidad.
