El 15 de octubre se conmemora el día de las Cooperadoras Escolares. Se eligió esta fecha porque, ese mismo día pero en 1816, se creó la Primera Junta Vecinal de Ayuda a las Escuelas, en Chascomús, provincia de Buenos Aires. Este fue el primer antecedente de lo que hoy se conoce como Cooperadora.
En 1969, la Dirección general de escuelas estableció esta fecha como forma de reconocer el trabajo que hacen para que los chicos y chicas aprendan en las mejores condiciones posibles.
A lo largo de la historia, se conocieron de distintas maneras, entre ellas, Sociedades Populares de Educación y Asociaciones Cooperadoras Escolares.
¿Qué son las Cooperadoras Escolares?
Las cooperadoras escolares son un nexo fundamental entre la escuela y las familias y las escuelas y la sociedad. Se trata de organizaciones sin fines de lucro, de carácter voluntario y democrático, en la que participan distintos actores de la comunidad educativa, como padres, madres, docentes y directivos, que están al servicio del proyecto educativo que plantee cada institución, para que el acceso a la educación sea una realidad. En su mismo nombre está presente su espíritu: cooperar, trabajar en equipo para poder superar los obstáculos que se vayan presentando en el camino.
Desde 1816 hasta 1890 fueron ganando terreno de a poco, pero fue desde ese año hasta 1930, el período en el que se afianzaron y pasaron a llamarse ‘Sociedades Populares de Educación’. La idea siempre fue que fomentaran las acciones para atender las necesidades de la niñez y la promoción de la escolarización masiva de las chicas y los chicos. Más tarde, recibieron el nombre de Asociaciones Cooperadoras Escolares y siguieron colaborando en la vinculación de la escuela con la comunidad.
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Entre 1916 y 1930, el Estado logró que asistan al colegio la mayoría de la población en edad escolar y se expandió el sistema educativo argentino. En aquel momento, los gobiernos absorbieron algunas de las iniciativas de la sociedad civil, entonces, la acción de las cooperativas disminuyó y la tendencia decreciente siguió debido al fortalecimiento del papel del Estado como ente centralizador de las actividades educativas. A fines de los 40 y comienzos de los 50 el movimiento de asociaciones cooperadoras se consolidó y tomaron la forma que tienen hoy en día.
En 2012 el Congreso de la Nación sancionó la Ley N° 26.759 de Cooperadoras Escolares. La norma promovió una mayor institucionalización de estas organizaciones articulando los equipos directivos institucionales con las familias como parte de la comunidad educativa.
¿Cuál es su objetivo?
En Argentina la escolarización es obligatoria y la educación es pública, gratuita y de calidad. El Estado debe garantizar los recursos para que todos puedan acceder a ella, pero para poder cumplir con las asignaturas, es necesario que las familias cuenten con ciertos ingresos que les permitan comprar los materiales indicados. En el caso de que no sea así, uno de los objetivos de estas organizaciones es facilitar, mejorar y colaborar con la escolaridad de todos los chicos y chicas que no cuenten los recursos necesarios para ir a la escuela.
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Su tarea fundamental es contribuir con su institución educativa para facilitar y mejorar la experiencia educativa de todos sus alumnos y generar algún cambio positivo para la escuela. Algunos de los campos de acción posible son:
- Mejoras edilicias,
- Ampliación de las instalaciones,
- Fomento de las actividades deportivas,
- Habilitación de comedores escolares,
- Otorgamiento de becas.