Hoy en día nos cuesta imaginar un mundo sin Internet. Pero mucho antes, tampoco existían las computadoras. Para que aparezca tal como la conocemos ahora, fue necesario un largo camino donde fueron desarrollándose inventos que contribuyeron a la aparición de la computadora.

Uno de los primeros fue la súper calculadora creada por Charles Babbage, que sirvió como modelo para máquinas que se construyeron cien años después. Se trataba de una calculadora que operaba con tarjetas perforadas, cuyo método se aplicó en las grandes computadoras.

Otro de los inventos que contribuyó al desarrollo de la computadora fue la calculadora con rueditas creada por Blaise Pascal. Pocos años después, el alemán Gottfried Leibniz mejoró el invento de Pascal ideando otra calculadora, que además era capaz de multiplicar y dividir.

Un tercer avance en el camino hacia la computadora fue el de Herman Hollerith, quien, usando el mismo principio de las tarjetas perforadas, inventó una máquina tabuladora que se usó en el censo de Estados Unidos de 1890. La gran novedad fue que su máquina empleaba electricidad. Por eso dicen que Hollerith es el padre de la informática: información automática.

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En cuarto lugar, hacia el año 1941 Konrad Zuse logró una gran hazaña al crear la primera computadora controlada por programas a la cual llamó Z3 (la zeta por su apellido). Lamentablemente, quedó destruida en 1945, durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial.

Un año más tarde, los ingenieros estadounidenses John Mauchly y John Eckart Jr.fabricaron la supercomputadora ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer), que pesaba treinta toneladas y ocupaba 450 m2 de superficie. Fue la primera computadora fabricada en su totalidad con piezas electrónicas.

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Todo era muy lindo y cada vez más útil, pero... ¡se calentaba mucho! Hasta que en 1957 a Jack Kilby se le ocurrió inventar el circuito integrado, más conocido como microchip. Sí, gracias a este señor los tamaños se redujeron y los calores amainaron. Y la industria electrónica creció a pasos agigantados.

Todo comenzó cuando el ingeniero Jack Kilby, que acababa de unirse a la compañía estadounidense Texas Instruments, intentó resolver el problema de cómo conectar un gran número de componentes electrónicos en circuitos elaborados de manera rentable y eficiente.

El investigador se dio cuenta de que todos los componentes podrían fabricarse con el mismo material semiconductor, que entonces era germanio pero hoy en día es silicio.  Y supo que estos componentes podían fabricarse en la compañía para producir un circuito completo.  El aparto que diseño, que medía 11,5 milímetros por poco más de 1 milímetro, revolucionó la industria electrónica.

Pero Kilby no se dio por hecho con su creación y produjo otras dos también resonantes: la primera calculadora de bolsillo y la primera impresora térmica.

La impresión térmica es un proceso de impresión digital que produce una imagen impresa pasando papel con un recubrimiento termocrómico, comúnmente conocido como papel térmico, sobre un cabezal de impresión que consta de pequeños elementos calentados eléctricamente. El recubrimiento se vuelve negro en las áreas donde se calienta, produciendo una imagen. La mayoría de las impresoras térmicas son monocromas, es decir, solo blanco y negro. Fue el tipo de impresión característica de las máquinas de Fax.

Kilby recibió los honores más prestigiosos de Estados Unidos en ciencia e ingeniería: la Medalla Nacional de Ciencia en 1969 y la Medalla Nacional de Tecnología en 1990. En 1982, fue incluido en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales . En el año 2000 obtuvo el Premio Nobel de Física. Murió en 2005 a los 81 años.

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