Entre campos verdes y canales tranquilos, Aquilea se alza como una de las ciudades más antiguas y fascinantes de Italia. Ubicada en la región de Friuli-Venezia Giulia, muy cerca del mar Adriático, esta localidad fue fundada por los romanos en el año 181 a. C. y, con el paso del tiempo, se transformó en un punto clave del Imperio Romano, tanto por su ubicación estratégica como por su riqueza cultural y comercial.
Con más de 2.200 años de historia, Aquilea conserva vestigios únicos de su esplendor pasado. Tanta es su importancia arqueológica que, desde 1998, forma parte del listado de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO, gracias a la cantidad y el buen estado de conservación de sus ruinas.
Las principales características de Aquilea
Durante su auge, Aquilea fue una de las ciudades más grandes y ricas del Imperio Romano. Allí vivieron miles de personas, se construyeron palacios, templos, foros y termas, y se desarrolló una intensa actividad comercial con regiones cercanas y distantes. Sin embargo, con las invasiones bárbaras y los cambios políticos, la ciudad fue perdiendo protagonismo y muchas de sus construcciones quedaron enterradas por siglos.
Hoy en día, gran parte de esas estructuras antiguas han sido recuperadas y se pueden visitar. Entre las más destacadas se encuentran:
- La Basílica de Santa María de la Asunción, con un impactante mosaico del siglo IV d. C.
- El foro romano, con columnas y restos arquitectónicos que datan de hace más de 1.700 años.
- El puerto fluvial romano, una de las joyas arqueológicas mejor conservadas del norte de Italia.
Además, la ciudad cuenta con un Museo Arqueológico Nacional que alberga cientos de piezas originales halladas en excavaciones, incluyendo estatuas, objetos de cerámica y monedas antiguas.
Turismo en Aquilea: un viaje al pasado
Aunque pequeña en tamaño, Aquilea es un gran destino turístico para quienes disfrutan de la historia, la arqueología y los paisajes tranquilos. Con poco más de 3.500 habitantes, es posible recorrer la ciudad a pie y en pocas horas, mientras se descubren ruinas escondidas y construcciones milenarias.
Una de las curiosidades más llamativas es que Aquilea se mantuvo prácticamente intacta durante siglos, ya que nunca se construyó una ciudad moderna encima de las ruinas romanas. Esto permitió conservar su trazado urbano original y descubrir con precisión cómo era la vida durante el imperio.
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