¡Qué momento! Ya había quedado atrás la euforia por la Independencia. Pero la guerra continuaba. Las dos: la que se mantenía con las tropas realistas en el Norte, y la que enfrentaba a las tropas directoriales con el Litoral
¿Te acordás de Artigas? Era el caudillo máximo de la Banda Oriental y mandaba también sobre Santa Fe y Entre Ríos.
Mientras el Litoral seguía sublevado, los realistas habían avanzado en el Norte, al punto de ocupar la ciudad de Jujuy. Por suerte, otra vez la intervención de los gauchos de Güemes pudo salvar la situación.
El panorama mejoró un poco cuando se conoció el triunfo de San Martín en Chile, en la batalla de Chacabuco (febrero de 1817).
El Congreso, en tanto, buscaba por esos años la coronación de un príncipe en el Río de la Plata. Mandó enviados a España, Francia y hasta a Rusia para conseguirlo, pero todo terminó en un fracaso.
En cuanto a la sanción de una Constitución, que era otro de los propósitos del Congreso, se cumplió con ese objetivo un poco más tarde, el 22 de abril de 1819.
A tanto llegó el enfrentamiento del Litoral con el Directorio, que éste resolvió abandonar a su suerte a Artigas frente a la invasión portuguesa. Después de tres años y medio de resistencia, Artigas fue vencido en enero de 1820 en la batalla de Tacuarembó.
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Imagen del acta: Wikimedia Commons