Ubicado en el corazón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, La Paternal es uno de los barrios más reconocidos por su impronta barrial, sus casas bajas, sus calles tranquilas y por ser la cuna de uno de los clubes más importantes del país: Argentinos Juniors. Pero, ¿alguna vez te preguntaste por qué se llama así?
Aunque su nombre suene afectuoso o familiar, en realidad tiene un origen bastante curioso y ligado al desarrollo del transporte ferroviario en la ciudad.
El origen del nombre “La Paternal”
El nombre del barrio La Paternal proviene de una estación de tren inaugurada en el siglo XIX. Se trataba de una parada intermedia del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, ubicada en terrenos donde, tiempo atrás, funcionaba una compañía llamada La Paternal, dedicada a fomentar el acceso a la vivienda para trabajadores y familias humildes.
La estación fue inaugurada en 1887 y tomó su nombre de esta sociedad, que tenía como fin "proteger" a los obreros mediante créditos accesibles. Por eso, se eligió la palabra “paternal”, relacionada con el cuidado y la protección, como concepto simbólico.
Con el correr de los años, el barrio creció en torno a esa estación y al desarrollo urbano que generó el ferrocarril. Así, el nombre “La Paternal” se fue imponiendo hasta volverse oficial en 1904, cuando se delimitó como uno de los barrios porteños.
La Paternal y su identidad barrial
Más allá de su curioso origen, La Paternal supo construir una identidad propia. En sus calles nacieron y se formaron figuras icónicas como Diego Maradona, que debutó en Argentinos Juniors, club fundado en 1904 y que aún tiene su estadio en el barrio.
Además, La Paternal se caracteriza por:
- Su trazado residencial, con casas bajas y pasajes tranquilos.
- Su historia ferroviaria, marcada por la estación homónima del tren San Martín.
- Ser la sede del estadio Diego Armando Maradona, ícono del barrio y del fútbol argentino.
Un rincón porteño lleno de historia
Hoy en día, La Paternal conserva su esencia de barrio familiar, donde conviven vecinos de toda la vida, nuevos habitantes y una fuerte tradición futbolera. También se destacan espacios verdes, cafés históricos y una rica vida cultural.
Visitar La Paternal es, en cierto modo, viajar al pasado de una ciudad que creció al ritmo del tren y de quienes soñaban con un hogar propio. Por eso, su nombre no solo hace referencia a una estación, sino también a una época de esperanza, progreso y comunidad.
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