En pleno barrio de Caballito, donde hoy se extiende el Parque Rivadavia, alguna vez existió una residencia majestuosa que ocupaba varias manzanas y fue considerada una de las más lujosas del país. Se trataba de la Quinta Lezica, una propiedad de estilo colonial rodeada de jardines, esculturas y árboles centenarios, que perteneció a una de las familias más poderosas de la historia argentina.
Antonio Lezica, el dueño de la quinta y el hombre más rico del país
La Quinta Lezica fue construida en el siglo XIX por Ambrosio Plácido de Lezica. Este empresario y político porteño acumuló una de las mayores fortunas de su época gracias a la administración de tierras, inversiones y actividad financiera. Su riqueza era tan grande que, según los cronistas de la época, se lo consideraba el hombre más rico de la Argentina.
Además de su rol económico, Lezica fue miembro activo del escenario político de la época ocupando cargos públicos en Buenos Aires como diputado y senador. Su figura estuvo vinculada tanto al desarrollo económico como a la vida política de la ciudad. La quinta, ubicada en el actual barrio de Caballito, era el símbolo más visible de su prestigio.
Quinta Lezica: una residencia de lujo en el corazón de Caballito
La mansión fue construida en una zona que, en ese entonces, era semi rural. Tenía una arquitectura clásica con detalles coloniales, espacios abiertos, techos altos y una amplia galería en forma de “U” que rodeaba un patio central. A su alrededor, se extendía un parque privado con frondosa arboleda, fuentes, esculturas y senderos. La quinta también contaba con establos, huerta, laguna artificial y hasta un molino.
Los Lezica usaban esta propiedad como casa de descanso, pero con el tiempo (luego de la epidemia de fiebre amarilla de 1871) se convirtió en una residencia permanente. Allí se realizaban reuniones sociales, tertulias y eventos que reunían a parte de la elite porteña. Domingo Faustino Sarmiento, amigo de Lezica, era uno de los visitantes frecuentes. Ambrosio murió en 1881, pero la finca se mantuvo en la familia durante algunas generaciones mas.
¿Qué pasó con la Quinta Lezica?
A comienzos del siglo XX, el crecimiento urbano de Buenos Aires fue avanzando hacia las zonas periféricas. Por ese entonces, la prosperidad de los herederos de Ambrosio Lezica había disminuido notablemente y una porción delos terrenos de la quinta se fraccionaron y comenzaron a venderse. Intentaron venderle el predio principal de la quinta al municipio, pero no lograron ponerse de acuerdo con el precio.
Finalmente, la municipalidad expropió en 1927 el terreno que quedaba de la quinta para hacer un espacio público. Un año después, bajo la intendencia de Carlos Noel, se decidió la creación del Parque Rivadavia, que ocupó gran parte del terreno donde antes se encontraba la residencia, y que fue inaugurado el 11 de septiembre de 1932.
El parque fue diseñado por Carlos Thays, el mismo paisajista que planificó los Bosques de Palermo, y se convirtió rápidamente en un pulmón verde de la ciudad. De la antigua mansión solo quedó el recuerdo: fue demolida casi por completo, aunque algunas estructuras menores perduraron por algunos años antes de desaparecer del todo.
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Un parque con historia... y con fantasmas
Con la transformación del espacio en parque público, comenzaron a circular leyendas urbanas relacionadas con la antigua casona. Algunas personas aseguraban haber visto figuras misteriosas en los senderos del parque, o haber escuchado ruidos inexplicables en zonas donde, tiempo atrás, se ubicaban los salones de la quinta.
Una de las historias más repetidas cuenta que el espíritu de una antigua residente de la familia Lezica recorre el parque por las noches, vestida de blanco. Aunque no hay evidencia concreta, las leyendas alimentan el misticismo de un lugar que guarda siglos de historia en sus raíces.
Hoy, el Parque Rivadavia es un lugar de encuentro para vecinos y vecinas, con ferias, juegos infantiles y espacios verdes. Pero pocos saben que, debajo de sus caminos, alguna vez hubo una de las residencias más elegantes del país, y que allí vivió el hombre más rico de la Argentina.
Fotos de la Quinta Lezica y del Parque Rivadavia









