Tus papás, tus tíos, tus abuelos y millones de personas en el mundo trabajan todos los días. Y como corresponde tienen su merecido homenaje. Todo comenzó a fines del siglo XIX, cuando los trabajadores estaban en las fábricas entre 12 y 16 horas diarias. El 1 de mayo de 1886, en Estados Unidos miles de obreros hicieron una manifestación para reclamar por una jornada laboral de 8 horas. ¿Qué hizo el gobierno? Metió presos y hasta condenó a muerte a los líderes del reclamo. Por ellos se recuerda este día.
También te puede interesar > Cómo hacer un collage con materiales reciclables para el 1 de mayo
¿Para qué trabajamos?
Hay dos motivos principales. Trabajamos para conseguir lo que necesitamos para vivir: la comida, una casa, la ropa y muchas cosas más. Eso fue así desde siempre. Pero no es todo. El hombre también necesita trabajar porque le hace bien a su mente y se siente útil en la sociedad. Además, consigue algo que seguramente escuchaste mucho: dignidad. Debe ser muy lindo para un trabajador saber que fabrica las pelotas con las que jugarán muchos chicos.
¿Y en casa?
¡También se trabaja! Durante mucho tiempo, cuando una mujer decía que era ama de casa, no se la consideraba una trabajadora. ¡Qué mal! La verdad que sí. Si te detenés a mirar con atención todo lo que hacen tu mamá, tu abuela o tu tía, te vas a dar cuenta lo mucho que trabajan todo el día. Lavar los platos, limpiar los muebles, hacer las compras, cuidar al bebé, cocinar, ordenar las habitaciones... ¡Uffff! Cuánto, ¿no?