El 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad con el objetivo de generar conciencia sobre los daños que produce una dieta alta en grasas y azúcares.
La obesidad y el sobrepeso suelen ser el resultado de un desequilibrio entre las calorías ingeridas y las calorías gastadas, y se caracterizan por la acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo humano.
Según la Organización Mundial de la Salud, ambas condiciones configuran una epidemia y es por esta razón que se celebra este día para prevenir y revertir estas dolencias que afectan a la mitad de la población en todo el mundo.
¿Qué es la obesidad?
Se entiende por obesidad a una acumulación anormal de grasa que puede acarrear otras enfermedades que son nocivas para el organismo. Incluso, la obesidad es el primer paso para otras patologías como hipertensión arterial, diabetes tipo II, índices elevados de colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer cáncer, apnea del sueño y problemas cardiovasculares.
Las maneras de prevenir la obesidad son dos. En primer lugar, llevar una dieta saludable que incluya variedad de nutrientes y, en segunda instancia, tener una rutina de ejercicio para evitar el sedentarismo que, a su vez, es el que origina la acumulación de grasa. La actividad física es fundamental para todas las personas pero principalmente para las que pasan muchas horas sentadas frente a un computadora.
Datos de la OMS
Según datos de la OMS, la obesidad se ha triplicado desde el 2016 en todo el mundo. En ese año más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. En tanto, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.