El Bañado La Estrella en la provincia de Formosa es el segundo humedal más grande de Argentina y el tercero más grande de América. Ubicado al norte de la localidad de Las Lomitas, se extiende como una diagonal paralela al Río Pilcomayo en dirección noroeste y permanece inundado la mayor parte del año por las lluvias y desbordes del río.
Atravesado por la línea del Trópico de Capricornio, está ubicado al norte de la localidad de Las Lomitas y fue declarado Reserva Natural Provincial en el año 2005. Pertenece al Corredor Ecoturístico del Litoral. Desde 2008, forma parte de las áreas importantes para la conservación de las aves de Argentina. Hay aves enormes, como el jabirú, ave zancuda de torso blanco, cuello rosado y pico grande.
Fauna y flora
Tiene una superficie de aproximadamente 400 mil hectáreas. Dentro de su fauna característica se encuentra la nutria gigante, que puede llegar a medir 1,80 de largo, y el aguara-guazú o "zorro en zancos", que puede tener hasta 1,25 metros de alto. También deambula el tapir mbeorí o tapir amazónico. También se destacan los carpinchos y los yacarés.
Su flora también es diversa. Pueden encontrarse alisos, palmas caranday, totora, juncos de las especies pirís, y repollitos de agua. En los bosques encontramos algarrobos, quebrachos colorados y blancos, palo santo, chañar, vinal y palo mataco, entre otros. La marca registrada del Bañado La Estrella son los "champales", árboles ya muertos que han perdido sus cortezas y que están cubiertos de enredaderas exuberantes, musgos y hasta algas.
Además, es el hogar de comunidades indígenas pilagás del asentamiento Bartolomé de las Casas, con muchos de sus integrantes convertidos en guías de esta verdadera Venecia selvática.
El vertedero
El Vertedero es uno de los espacios dentro del bañado que merece ser visitado y el sitio de más fácil acceso de la zona. Se trata de un espejo de agua con troncos secos que asoman sus ramas donde posan las aves biguás, regalando imágenes de una postal.
Época de crecida
La época de crecida del Bañado, va desde diciembre hasta mayo o junio, cuando comienza a secarse. Entre agosto y septiembre baja notablemente el nivel del agua, lo que hace que el paisaje cambie, y las aves revoloteen en busca de comida, lo que lo hace ser el momento perfecto para los fotógrafos de naturaleza y observadores de aves.
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