Cárcel del Fin del Mundo: la tétrica historia de su funcionamiento - Billiken
 

Cárcel del Fin del Mundo: la tétrica historia de su funcionamiento

Abrió sus puertas en Ushuaia como presidio para los reincidentes y condenados a cadena perpetua
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Ubicada en Tierra del Fuego, precisamente en Ushuaia, operó por varios años la cárcel del Fin del Mundo. Es popularmente conocida con este nombre no solo por su localización en la ciudad más austral, sino por ser uno de los penales más crueles del planeta.

En el año 1902 comenzó la construcción que duró casi 20 años en manos de los mismos presos y dirigida por el ingeniero Catello Muratgia. Para 1920, la cárcel poseía 5 pabellones y alrededor de 386 celdas. Estas eran unipersonales, pero la cárcel llegó a alojar a más de 600 hombres.

El interior de uno de los pabellones

Este penal recibió a lo largo de su historia a criminales y delincuentes, muchos de ellos condenados a cadena perpetua. El régimen aplicado se basó en el trabajo retribuido. Recibían enseñanza escolar de nivel primario y vivían bajo una durísima disciplina.

Este presidio funcionó hasta el año 1947, tras la decisión de cierre del por entonces presidente Juan Domingo Perón debido a razones humanitarias.

Condiciones de vida carcelarias

Uno de los aspectos más característicos conocidos sobre este penal es las precarias condiciones de vida que llevaban los presos. Incluso en su momento, el lugar era tan temido que algunos llegaron a suicidarse para evitar pisarlo.

La defectuosa calefacción en las celdas provocaba graves casos de tos, muertes por tuberculosis y enfermedades infecciosas. Asimismo, eran comunes los casos de desnutrición por la mala alimentación entre los presos.

Reclusos volviendo de una jornada laboral al aire libre

Hacia los años 30 ya eran múltiples los dichos de los reclusos denunciando recurrentes palizas y torturas por parte de los carcelarios. Las temperaturas en Ushuaia llegan al bajo cero y algunos de los penados eran dejados en la nieve por horas o permanecían mojados en las celdas.

El nivel de la medicina para ese entonces era precario a nivel mundial. Puntualmente en Ushuaia durante muchos años no hubo hospital en la cárcel. Este llegó recién en el año 1943, hasta entonces solo se contaba con una pequeña enfermería. El médico estaba pobremente equipado para combatir las enfermedades de todo tipo.

Hasta el año 1936 no hubo dentista en el lugar, lo que ocasionaba que en casos de una simple caries se tuviera que extraer el diente o la muela. Encontrarse con reclusos casi desdentados por completo era moneda corriente.

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Reclusos de la cárcel del Fin del Mundo

La ley enviaba al penal de Ushuaia a varias clases de penados, desde criminales comunes reincidentes hasta los confinados por causas políticas.

El Petiso Orejudo en el penal de Ushuaia

Entre los casos más célebres se encuentran:

  • El Petiso Orejudo: Su nombre real era Cayetano Santos Godino. Fue un jóven psicópata conocido por ser uno de los primeros asesinos en serie de la historia argentina.
  • Simón Radowitzky: Joven anarquista de origen ruso, condenado a prisión perpetua debido al atentado que mató en 1909 al jefe de policía Ramón Lorenzo Falcón.
  • Mateo Banks: Chacrero argentino de origen irlandés que en 1922 mató a ocho personas en el partido de Azul.

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