Las costumbres y prácticas humanas se registran desde hace miles de años, empezando en la piedra o con arcilla. Así, distintos documentos históricos encontrados sobre todo en el último siglo muestran tradiciones que permanecen hasta el día de hoy. Tal es el caso del primer beso registrado de la historia.
Hasta hace poco, se creía que el primer registro databa del 1.500 a.C. Este provenía del sur de Asia, de unos manuscritos que transcribían relatos orales en sánscrito védico (antigua versión del sánscrito que se hablaba en regiones de India).
Sin embargo, dos investigadores europeos que además son pareja, dudaron de que ese fuera el documento más antiguo. En mayo de 2023 presentaron, en un artículo para la revista científica Science, el primer beso registrado de la historia, que tenía mil años más de antigüedad que su sucesor. Este figuraba en una famosa tabla de arcilla, conocida como el Cilindro de Barton.
¿Cómo fue el descubrimiento del primer beso registrado?
Sophie Lund Rasmussen y Troels Pank Arboll se conocieron en la Universidad de Copenhague, Dinamarca, cuando ambos eran estudiantes. A los años se casaron. Ahora ella es ecóloga especialista en vida silvestre, y él es profesor de Asiriología (ciencia que estudia la escritura, lengua, historia y antigüedades de Asiria y Babilonia).
En una de sus cenas cotidianas, estaban debatiendo sobre un estudio genético. Este vinculaba las variantes del herpes con los besos boca a boca, entre el 3.300 y el 1.200 a.C. Seguros de que el primer registro (del 1.500 a.C) no era verdaderamente el primero, comenzaron a trabajar:
- Primero, revisaron antiguos textos arcadios y sumerios, que Arboll conocía bien.
- Segundo, analizaron textos cuneiformes en tablas de arcilla que databan de Egipto y la Mesopotamia (Irak y Siria en la actualidad).
- Tercero, negaron la hipótesis de que solo la comunidad de una región específica fue la primera en practicar el beso y en documentarlo.
¿Desde cuando la gente se besa?
Ya sea como muestra de amor fraternal o de amor romántico, ambos investigadores sostuvieron en su estudio que el beso era una práctica extendida en Medio Oriente, sobre todo en términos románticos. Por eso, el beso fue común a distintas comunidades, muchas de las cuales no se conocieron entre sí.
El primer beso registrado lo encontraron, entonces, en la tabla de arcilla que mencionamos más arriba: el Cilindro de Barton, que es del 2.400 a.C. La tabla había sido hallada en 1899, en la ciudad sumeria de Nippur (actual Irak), y la tradujo George Barton 19 años después. Por ello, lleva su nombre.
En ella, se describe una situación amorosa entre dos dioses, y la narración termina mencionando un beso. Por ahora, este es el primer beso registrado de la historia, que se encuentra en el Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos.
