Científicos hallaron un dinosaurio con que quedó momificado hace más de 110 millones de años. Debido a su buen estado de conservación del fósil, se conoció qué había comido por última vez.
Lo que sucedió fue que una tumba fangosa envolvió tan bien sus restos que incluso el contenido de su estómago se mantuvo en buen estado.
¿Qué se encontró dentro del fósil?
El Borealopelta markmitchelli, fue hallado en 2011 en Fort McMurray, en Alberta, Canadá. En su interior había fragmentos de hojas y otros fósiles de plantas. Se conservaron hasta las células.
Desde el 2017, está expuesto en el Museo Real Tyrrell de Paleontología de Alberta. Mark Mitchell, técnico del museo, dedicó seis años a estudiar con detenimiento la piel y los huesos conservados del dinosaurio y la roca marina en la que había quedado encerrado el fósil.
Este ejemplar, llegó a pesar más de una tonelada. No era carnívoro, vivía de las plantas, específicamente los helechos. Para los científicos, esta información fue fundamental, ya que no suele suceder que se conserven los restos de la comida dentro del estómago de estos seres vivos.
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Los investigadores compararon lo que encontraron en su estómago con estudios de hojas fósiles de la misma época y región. El Borealopelta markmitchelli se alimentaba de las hojas blandas de algunos helechos. En total, encontraron 48 microfósiles de polen y esporas de musgos y hepáticas, 26 musgos y helechos, dos plantas con flores y 13 coníferas.
Otras características del Borealopelta markmitchelli
Estos animales solo podían alimentar con plantas que estaban cerca del suelo. Probablemente se tratara de un herbívoro acorazado que moldeaba el paisaje con su pastoreo, y que también comía los helechos que crecían en las zonas abiertas creadas por los incendios forestales
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Estos estudios se encuentran dentro de la paleobotánica, que es el estudio de los fósiles de plantas, proporciona información.
