Durante las últimas décadas del siglo XVIII, cuando la Ciudad de Buenos Aires era administrada por el virrey Vértiz, se construyó un enorme paseo público sobre la costa del Río de la Plata que hasta el día de hoy es reconocido como la primera avenida costanera de CABA.
En aquel momento, las autoridades indicaron que se llamaría “Paseo de la Alameda” y debía ser decorado con álamos, sauces y ombúes, además de ofrecer bancos de mampostería para los peatones.
Y, aunque la ciudad ha cambiado en los últimos dos siglos, este antiguo recorrido sobrevive. Sin embargo, en la actualidad no lindera con el río y es considerada una de las avenidas más transitadas del casco urbano.
¿Cuál es la historia de la primera costanera de la Ciudad de Buenos Aires?
A mediados de 1780, el virrey Vertíz solicitó la construcción del Paseo de la Alameda, identificado como una calle ancha, con vistas al Río de la Plata, que debería tener una extensión de 400 metros.
Rápidamente, este espacio público se inauguró antes de finalizar el siglo y, gracias a sus paisajes, se convirtió en un punto muy popular de la ciudad, que en verano tenía su faceta de balneario.
Es decir, a diferencia de los tiempos actuales, hace 200 años los vecinos de Buenos Aires podían ingresar al Río de la Plata y nadar en sus aguas para combatir el calor.
Décadas más tarde, el Paseo de la Alameda, que también era llamado Paseo del Bajo, se transformó en una costanera moderna, que incorporó, en 1844, un muro para contener el avance del río.
Según los historiadores, Buenos Aires no estaba preparada en ese momento para resistir las crecidas y, en ocasiones, el agua avanzaba hasta la actual calle Balcarce.
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¿Cómo se modernizó la primera costanera de la ciudad?
Si bien el muro de la primera costanera de Buenos Aires se recuerda como una de las obras iniciales de remodelación, durante los años siguientes el Paseo de la Alameda cambió su aspecto en varias ocasiones.
Es decir, entre 1846 y 1919, este espacio público experimentó múltiples transformaciones que se pueden resumir en los siguientes sucesos:
- La ampliación del paseo, ocurrida en 1846. El anuncio de la obra incluyó la colocación de una piedra fundamental y el entierro de una urna con documentos importantes, medallas de oro, monedas de oro y billetes.
- El primer cambio de nombre. Este paseo se llamó, entre el 15 de marzo de 1848 y el 30 de octubre del mismo año, Paseo Encarnación Ezcurra.
- El segundo cambio de nombre. “Encarnación Ezcurra” se sustituyó por “Paseo de Julio”.
- Nuevos trabajos sobre el muro de contención que, para 1865, se extendía por las actuales avenidas Leandro N. Alem, Paseo Colón y Libertador, entre San Martín y Alvear.
- La construcción de recovas en los edificios ubicados frente al paseo.
- La instalación de la fuente monumental “Las Nereidas”, el 21 de mayo de 1903. Actualmente, esta obra de Lola Mora permanece (desde 1918) en la Costanera Sur.
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¿Qué avenida reemplazó al Paseo de la Alameda?
La primera costanera de Buenos Aires inició su más reciente periodo de transformación en el cierre de la segunda década del siglo XX, cuando la ciudad ya tenía muchas de sus características actuales.
Es por eso que una fecha trascendental para el antiguo Paseo de la Alameda fue la del 28 de noviembre de 1919, cuando se convirtió en la actual Avenida Leandro N. Alem.
Entonces, en comparación al espacio público de 1780, que estaba rodeado de árboles y enormes jardines, la avenida de 1919 instaló un aspecto más moderno y urbanizado, que se intensificó en los últimos años.
Por lo tanto, el diseño de la actual Avenida Leandro N. Alem es muy distinto al que tenía el Paseo de la Alameda. Y, si bien esto ocurrió por la urbanización de Buenos Aires, también se ve reflejado en el desplazamiento del Río de la Plata.
Como es de público conocimiento, la primera costanera de Buenos Aires se diseñó en un lugar que, hoy en día, está muy lejos del río. Es decir, este espacio incorporó el barrio de Puerto Madero y la enorme Reserva Ecológica Costanera Sur.
