Una de las facetas más desconocidas del gran actor, director y escritor cómico fue su trabajo en el mundo infantil. Billiken tuvo el gusto de contar entre su equipo de colaboradores a un talento notable como el que poseía Enrique. Las imágenes que acompañan esta nota dan muestra de los momentos felices que vivió Pinti en la redacción de nuestra revista. Pero conozcamos en detalle la historia que lo llevó a trabajar con nosotros.
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A fines de la década del 60 comenzó a vincularse con el público infantil cuando creó la obra teatral Mi bello dragón, que se estrenó en 1968. Fue en ese contexto que Pinti se incorporó al equipo de Billiken en 1970. Según el mismo lo contó en una entrevista con Juan Forn, “Llegué a través de Canela, la conductora de programas infantiles y culturales de la TV”. Para la revista Billiken era un momento complejo por la aparición de nueva competencia y “los capos de Editorial Atlántida querían un personaje emblemático que se convirtiera en símbolo de la revista y le permitiera recuperar el liderazgo (…)”.
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“Eligieron al Mono Relojero, que era un personaje de los cuentos para niños de Constancio Vigil. Cuando me preguntaron si podía hacer un guión de historieta a partir del cuento, yo dije que la historia no me servía (…) Así que me senté en un bar a pensar y le inventé una familia al Mono: los padres, Monona y Monigote (que eran unos gorilas perezosos y muy de su casa), la abuela Mona Lisa (que era una loca divina, totalmente irresponsable y cómplice del Mono en todas sus aventuras) y dos hermanitos menores, Monopatín y Monina (que eran bastante tontitos).”
“Cuando dije en Atlántida que le habí ainventado una familia (…) dijeron que eso era exactamente lo que necesitaban. Y empecé a trabajar (…) La abuela Mon Lisa tenía un reloj mágico en la casa (por eso el Mono era Rolojero), que era una especie de túnel del tiempo. Al dar la hora, en vez del cucú salía, por ejemplo, un filibustero y entonces el Mono y la abuela vivían una aventura de piratas. Los llevé por todos lados y todas las épocas: estuvieron en Londres, con el Doctor Jekill y Míster Hyde, en París durante la Revolución Francesa, en la pampa con gauchos e indios, y un montón de aventuras más”.
Enrique continúa con los detalles sobre su trabajo en Billiken: “Escribía los guiones cuadro por cuadro y los hermanos Fernández Branca se encargaban de dibujarlos. Funcionábamos maravillosamente en tándem. Tanto que Billiken empezó a vender más y más, y el Mono se convirtió efectivamente en un símbolo de la revista y llegó después a la televisión”.
El paso de Pinti por las páginas de nuestra revista duró de 1970 a 1973. Así fue como Billiken tuvo el honor de contar en su equipo con uno de los cómicos más brillantes de nuestro país. A continuación, compartimos con ustedes una de las historietas escritas por Enrique Pinti, que fue publicada en la edición 2782 de Billiken el 7 de mayo de 1973.
Investigación: Dra. Lauren Rea