El encendedor piezoeléctrico Magiclick se creó en el año 1968 y fue fabricado por Aurora; y forma parte de la lista de grandes inventos argentinos. La idea estuvo a cargo de Hugo Kogan, un emblemático diseñador industrial argentino, quien falleció el pasado sábado 27 de mayo, a los 88 años.
Kogan fue uno de los máximos referentes del diseño argentino y fue distinguido como Personalidad Destacada en el ámbito de la ciencia y la tecnología por la Legislatura porteña.
En los 60, este dispositivo eléctrico fue sumamente innovador para la relación de los argentinos con la cocina. Hasta aquel momento, predominaban los fósforos para encender la hornalla hasta la llegada del protagonismo del Magiclick.
Kogan y la creación del Magiclick
Hugo Kogan fue un reconocido e influyente diseñador argentino. A lo largo de su carrera inventó más de un centenar de productos tales como radios portátiles y televisores, premiados por el Centro de Investigación del Diseño Industrial (CIDI). Sin embargo, su creación más emblemática, indudablemente, fue el Magiclick.
Luego de transitar la escuela industrial y cursar dos años de la carrera de arquitectura, Kogan creó en 1963 este encendedor. Para el momento se desempeñaba como director del departamento de diseño de la empresa Aurora, uno de los símbolos de la industria nacional de productos electrodomésticos.
El diseñador eligió el nombre del producto debido a cómo se encendía: la llama aparecía con tan solo pulsar el botón. La publicidad de la época se destacaba su calidad y su garantía: prometía una vida útil de 104 años.
El producto nació gracias a la experimentación piezoeléctrica, la cual era sumamente novedosa para la época. Cuando la empresa decidió lanzar el producto, proyectó vender 5.000 unidades por mes, pero el éxito fue tal que terminaron haciéndose pedidos por 80.000 unidades mensuales.
Tiempo atrás, Kogan contó: "Con el Magiclick, yo estaba en el momento y lugar adecuados. Una nueva tecnología sobre la que se montó un diseño contemporáneo en un mercado seco de novedades e innovación por muchos años".
Después, con el correr de los años, el producto sufrió algunas modificaciones, como la incorporación de una carga de gas butano o de otro tipo, que permitió producir y mantener una llama de forma autónoma; mientras que otros se limitan a generar la chispa para encender, por ejemplo, las hornallas de una cocina.