El Rastrojero fue el primer vehículo argentino que se usó para realizar trabajos de carga. Por pedido del entonces presidente Juan Domingo Perón, fue diseñado por los ingenieros Raúl Gómez, Rubí Lutereau y Félix Santiago Sanguinetti en 1952 y presentado el 1 de mayo de ese mismo año en Buenos Aires.

En un principio, estos utilitarios se fabricaron con los restos de 2500 tractores que el Estado había desechado. Ya en 1954, el Gobierno armó un concurso para que una empresa privada se encargue de su elaboración. De las cuatro que participaron ganó Borgward, de industria alemana.

En 1968, el modelo tradicional se modernizó: su carrocería pasó a ser de chapa y el consumo de combustible empezó a ser más bajo. Además, se podía elegir entre uno con caja de metal y otro de madera. A partir de ese momento, este tipo de camionetas dejó de ser considerada solo una herramienta de trabajo y, muchas familias, empezaron a darle uso particular.

Durante la década del 70, ocho de cada diez vehículos que se vendían en Argentina eran Rastrojeros. Sin embargo, durante la última dictadura cívico-militar, el Ministro Martínez de Hoz, suspendió su fabricación por decreto. Se calcula que, durante los 28 años que estuvo en el mercado, se vendieron alrededor de 140 mil unidades.

Ya en democracia, hubo varios intentos de retomar la producción del Rastrojero. Sin embargo, la hiperinflación derrumbó esa posibilidad. En abril de 2022, Córdoba, provincia donde se llevó a cabo gran parte de la producción, lo declaró patrimonio cultural por haber permitido que la industria automotriz creciera a gran escala.