Debido a una serie de factores que interrumpieron el tránsito en una autopista de China, cerca de 10.000 vehículos quedaron atrapados.
El mayor temor de hacer un viaje para visitar lugares concurridos es quedar atrapados en un embotellamiento vehicular, que retrase nuestra llegada o que nos obligue a tomar un desvío.
Por lo general, estas problemáticas tienden a durar algunos minutos y solo en casos extremos se pueden extender durante largas horas.
Sin embargo, nada de lo descrito se puede comparar con lo que ocurrió hace 13 años en China, cuando cerca de 10.000 vehículos formaron parte del embotellamiento más grande de la historia.
Durante la jornada del 14 de agosto de 2010, la autopista G110 Pekín-Tíbet sufrió un embotellamiento habitual, como consecuencia de la enorme cantidad de personas que eligen esta vía para unir dos puntos importantes del país.
Pero, conforme avanzaron las horas, algunos conductores notaron que la situación no era cotidiana y tenían razón, ya que estaban experimentando el comienzo del embotellamiento vehicular más grande de la historia.
Como era de esperar, cientos de personas trabajaron sobre la vía para intentar resolver el problema. Sin embargo, los esfuerzos no alcanzaron y el “tapón” de vehículos se mantuvo hasta el 25 de agosto.
Es decir, pasaron 11 días desde que los primeros conductores tuvieron que frenar de manera abrupta y los últimos lograron tener vía libre para avanzar hacia su destino.
Hasta la actualidad, China no ha descifrado con exactitud todos los fenómenos que ocasionaron el embotellamiento vehicular más grande de la historia, pero sí confirmaron algunas hipótesis.
Es decir, tras resolver la problemática y estudiarla en detalle, con la intención de evitarla a futuro, esta gigantesca nación de Asia llegó a la conclusión que esta situación se gestó porque:
Es importante resaltar el concepto de que si bien el embotellamiento vehicular más grande de la historia duró 11 días (264 horas), la mayor cantidad de tiempo que un mismo vehículo permaneció sobre la autopista autopista G110 Pekín-Tíbet fue de 5 días.
Esto fue posible gracias a que, con el correr de las horas, las autoridades habilitaron caminos paralelos y desvíos improvisados. De lo contrario, el caos se podría haber extendido durante mucho tiempo más.
Enojo, furia, desesperación, angustia e inquietud, son algunas de las tantas emociones que el embotellamiento vehicular más grande de la historia generó en los miles de afectados.
Es por eso que, tras detener el motor de sus vehículos y caminar por la calzada, se observaron diferentes situaciones inusuales como, por ejemplo:
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