Es una larva que tiene propiedades para convertirse en un escarabajo y que, según los estudios, se puede alimentar con poliestireno y beneficiarse.
Zophobas morio es una especie de gusanos que ha llamado la atención de los científicos porque, luego de muchas pruebas, ha demostrado que es capaz de alimentarse del plástico.
Es decir, gracias a sus propiedades, esta larva, que luego puede convertirse en un escarabajo, es capaz de consumir grandes cantidades de poliestireno en pocos minutos y beneficiarse.
Es por eso que, a pesar de que aún es un proyecto que está en etapa de prueba, es posible que esta especie permita reducir los altos niveles de contaminación que hay en el mundo a causa del plástico.
La larva Zophobas morio es una especie que pertenece a la familia Tenebrionidae y se caracteriza por su gran tamaño. Es decir, tienen la posibilidad de alcanzar los 6 centímetros de ancho y uno de ancho.
Otro aspecto que las diferencia de otras larvas con las que comparten la misma familia, es la estructura de su cuerpo, con extremos largos y oscuros, de color negro.
Y, al observar su estructura corporal, las Zophobas morio, que también pueden ser conocidas como gusano de la harina, gusano rey, gusano morio o sencillamente zofobas, se caracterizan por tener seis patas pequeñas y dos rudimentarias.
Sin embargo, para sorpresa de muchas personas, esta larva tiene la capacidad de transformarse en otro insecto. Es decir, si se mantienen en aislamiento durante 10 días, son capaces de transformarse en grandes escarabajos de hasta 3 centímetros de largo.
A pesar de que la especie de Zophobas morio existe desde hace miles de años, recién en 2016 un grupo de alumnos del instituto Ateneo de Universidad de Manila, Filipinas, descubrieron que sus ejemplares eran capaces de alimentarse del hule espuma de poliestireno.
Entonces, desde ese momento se empezó a forjar la teoría que estas larvas podrían ser implementadas en procesos de recolección y descomposición de residuos, principalmente de aquellos que incluyen plástico.
Finalmente, durante este año un grupo de científicos dirigidos por el microbiólogo Chris Rinke, de la Facultad de Química y Biociencias Moleculares de la Universidad de Queensland, Australia, logró otro avance en esta investigación.
Es decir, ante el debate sobre si el plástico tiene un impacto negativo o no en los gusanos, este equipo demostró que la especie Zophobas morio no solo pueden sobrevivir con una dieta única de poliestireno, sino que también obtienen energía al consumirlo.
Uno de los experimentos más grandes que se realizaron hasta el momento incluyeron la colocación de 50 larvas de la especie Zophobas morio dentro de una cámara con poliestireno.
Finalmente, los especialistas abrieron la cámara luego de 21 días y el resultado fue sorprendente: las larvas se habían devorado el 70% del plástico que había en el lugar.
Entonces, al utilizar la misma fórmula en ambientes más grandes y con una mayor cantidad de gusanos, se podría iniciar un proceso de reciclaje sin precedentes.
En la actualidad el plástico representa el 85% de los residuos que llegan al océano. En otros números, entre 23 y 37 millones de toneladas de poliestireno son arrojadas por año al mar y, lamentablemente, la cifra va en aumento porque este material puede demorar entre 100 y 1.000 años en degradarse por completo.
Entonces, las Zophobas morio renuevan la esperanza de que, mediante su accionar, no solo haya menos plástico contaminando el planeta, sino que también el proceso de descomposición se pueda acelerar.
Cada 24 de noviembre se celebran y conmemoran fechas que marcaron un antes y un…
De todos los insectos que se pueden observar en Latinoamérica, uno de los más llamativos…
Si bien al mirar el mapa parecería más sencillo cruzar el océano Pacífico para llegar…
En aguas del océano Pacífico, a más de 600 kilómetros de Sudamérica, se encuentra el…
Fort Knox es una de las bases militares de Estados Unidos que más intriga y…
En el extremo noroeste de España, frente al mar que tiene acceso directo al océano…