En Mar del Plata, miles de personas aún recuerdan con cariño un paseo inolvidable de la infancia: el Lago de los Cisnes del Parque Camet. Este rincón mágico fue uno de los atractivos favoritos para niños y niñas durante varias décadas, especialmente entre los años 60 y 80. Con sus embarcaciones en forma de cisne, el lago se convirtió en un ícono del turismo familiar y en un símbolo de los tiempos dorados del parque.
El origen del Parque Camet y su lago encantado
El Parque Camet fue inaugurado oficialmente en 1924 y ocupa más de 130 hectáreas de espacio verde en la zona norte de Mar del Plata. Desde sus inicios, fue pensado como un pulmón natural para la ciudad y un lugar de recreación para sus habitantes. Con el tiempo, el parque incorporó juegos infantiles, áreas de picnic, parrillas y propuestas culturales.
Fue en este contexto que, durante los años 60, se instaló un pequeño lago artificial con un atractivo muy particular: embarcaciones con forma de cisnes blancos que se movían lentamente por el agua. Este espacio recibió el nombre de "Lago de los Cisnes", y rápidamente se transformó en un paseo obligado para las familias que visitaban el parque.
Así era el Lago de los Cisnes del Parque Camet: fotos del recordado paseo marplatense
Un paseo inolvidable para generaciones de marplatenses
Durante los años 60, 70 y 80, el Lago de los Cisnes se consolidó como uno de los entretenimientos más buscados por los más chicos. Subirse a uno de los cisnes de madera, impulsarlo con los pedales y navegar por el lago era una experiencia emocionante, que combinaba diversión, contacto con la naturaleza y una dosis de fantasía.
Muchos adultos que vivieron su infancia en esa época aún recuerdan con ternura aquellas tardes en el parque, rodeados de árboles, juegos y la ilusión de manejar uno de esos cisnes. El paseo se convirtió en una tradición familiar y en una postal típica de Mar del Plata durante sus temporadas turísticas.
El cierre del lago y la desaparición de los cisnes
Sin embargo, en la década del 90 el encanto del Lago de los Cisnes empezó a desvanecerse. Por distintos motivos —entre ellos la falta de mantenimiento, los cambios en la administración del parque y el desgaste del espacio— el paseo fue desmantelado. El lago dejó de funcionar como atracción y los icónicos cisnes desaparecieron.
Durante años, nadie supo con certeza qué había pasado con ellos. Algunos aseguraban que estaban guardados en un galpón municipal. Otros afirmaban que habían sido donados o incluso robados. Lo cierto es que su paradero se volvió un misterio que alimentó el mito alrededor de esta atracción tan querida.
Un intento de regreso que no prosperó
A principios de la década de 2010, hubo un intento de recuperar el Lago de los Cisnes. Distintas organizaciones comunitarias y vecinos se propusieron restaurar el paseo como una forma de devolverle al parque su brillo original. Se construyeron nuevos cisnes (esta vez el material elegido fue la fibra de vidrio) y se pintaron todos los cisnes de blanco, salvo uno que fue pintado de negro. También pudieron recuperar el espacio acuático con un nuevo sistema de rieles que guiaban el recorrido de las embarcaciones.
Se inauguró en enero de 2012, Sin embargo, la iniciativa no logró perdurar en el tiempo y a pesar del entusiasmo de muchas personas, el proyecto terminó en 2016. El lago, seco y sin cisnes, quedó como un recuerdo tangible de un pasado feliz.
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Un ícono de la nostalgia marplatense
Hoy en día, el Lago de los Cisnes del Parque Camet forma parte de la memoria colectiva de Mar del Plata. Aunque ya no existe como atracción, su recuerdo sigue vivo en quienes lo disfrutaron, en fotografías de época y en las redes sociales, donde se comparten anécdotas y pedidos de recuperación.
La historia de este pequeño lago es también la historia de una ciudad que supo ofrecer momentos mágicos a sus habitantes y visitantes. Un ejemplo más de cómo los espacios públicos pueden marcar la infancia de toda una generación.
Lago de los Cisnes del Parque Camet: imágenes de la reinauguración y de como se ve hoy
