"Cruasán" es una palabra que, para muchas personas, todavía suena extraña. Por lo general, cuando vamos a comprar a una panadería o cuando pedimos en una cafetería, la masa de origen europeo y muy similar a la medialuna) se ve escrita "croissant".
Sin embargo, desde hace tiempo que la forma "cruasán" ya es válida en el español. Además, desde hace poco figura en el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, que aclara estas cuestiones con respecto a las palabras de uso cotidiano.
¿Por qué "cruasán" es una palabra válida en español?

En junio de 2025, la Real Academia Española incluyó el término “cruasán” en su Diccionario panhispánico de dudas, junto a otros extranjerismos adaptados como “brauni” (brownie) o “wiski” (whisky).
Esta decisión busca facilitar el uso de palabras extranjeras en español, adaptándolas a la pronunciación y escritura propias del idioma. Según la RAE, “cruasán” es una forma válida para referirse al tradicional croissant, sobre todo considerando que el postre ya es muy común en países hispanohablantes.
La historia del cruasán
El croissant es un símbolo indiscutido de la pastelería mundial. Sin embargo, no nació en París, sino en Viena, la actual capital de Austria. Su origen se remonta al siglo XVII, en un contexto histórico muy particular.

Según diversos relatos históricos, la creación de esta masa hojaldrada se relaciona con el asedio otomano a Viena en 1683. Cuenta la leyenda que los panaderos vieneses, al notar los movimientos del enemigo durante la madrugada, alertaron a las autoridades y evitaron la invasión.
Como homenaje por la victoria, crearon un pan con forma de media luna, símbolo del Imperio Otomano. Así, el festejo también era simbólico: ya habían vencido a los otomanos, y ahora los "comían" a través de la masa dulce.
Con el tiempo, esta receta fue adoptada por la pastelería francesa, donde se perfeccionó la técnica del hojaldrado. Así nació el croissant que conocemos hoy.
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Otras palabras extranjeras que ahora tienen versión en español
El caso de “cruasán” no es el único. La RAE incluyó en sus últimas actualizaciones varias palabras extranjeras que ya forman parte del habla cotidiana. Algunas de ellas son:
- Brauni: versión castellanizada de “brownie”, el clásico postre de chocolate.
- Wiski: adaptación de “whisky”, para referirse a la popular bebida alcohólica.
- Jáquer: forma recomendada para “hacker”, el término relacionado con la informática.